Colau se niega a celebrar el Día de la Constitución

En cambio, el Día de la Constitución de 1978 no tendrá ni agenda oficial, ni acto menor, ni discurso de puertas adentro que la celebre. Se cumplirán en diciembre 38 años de aprobación. Quedan muchos meses, pero el grupo municipal del PP, presidido por Alberto Fernández, ha aprovechado las "fiestas de la república" (los cuatro días de debates, conferencias y pasacalles) para proponer algún tipo de homenaje a la Constitución, algo sencillo, del tipo exposición o jornada de puertas abiertas en la Casa Consistorial.

El partido de la alcaldesa de Barcelona, Barcelona en Común (BeC) ha visto enseguida la jugada y se ha negado en redondo. Es más, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello (quien retiró el busto del Rey emérito en la ex Sala de la Reina Regente, ahora salón de plenos), ha declarado que la Constitución "está vacía de contenido", que no sirve y que ellos están por el derecho a decidir. En la misma línea se han manifestado los portavoces de CDC y ERC.

Por parte del PP, Ángeles Esteller ha defendido las virtudes y vigencia del texto constitucional y ha reprochado a los separatistas y a los podemitas que "sólo creen que es demócrata quien piensa como ustedes".

El más "expresivo" de todos ha sido el concejal de la CUP Josep Garganté, investigado por intentar que un médico modificase el parte de lesiones de un mantero para acusar a la Guardia Urbana de brutalidad. La "comisión de presidencia" del Ayuntamiento condal ha sido el escenario de un mitin en el que Garganté ha abogado por la "liberación nacional, social y sexual" y concluido con una llamada a la acción directa: "¡Al fuego la Constitución!"