Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con la Policía Judicial francesa, han detenido en las últimas horas en la provincia de Málaga al responsable de la red de tráfico de armas que aprovisionó al yihadista francés Amedy Coulibaly, uno de los cabecillas de los atentados de París (Francia) del 8 y 9 de enero de 2015, entre ellos contra la revista satírica Charlie Hebdo o contra un supermercado judío.
Identificado como Antoine Denive, es natural de la localidad francesa de Sainte Catherine, ubicada en el Departamento de Paso de Calais, y tiene 27 años. Sobre él pesaba desde unas semanas después de los ataques terroristas una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida por las autoridades judiciales francesas.
Según han informado desde el Ministerio del Interior, de la investigación llevada a cabo en Francia y que ahora culmina en territorio español, se ha podido determinar que el traficante de armas detenido abandonó el país vecino semanas después de los atentados de París para eludir la acción policial, y se instaló en la provincia de Málaga, exactamente en el Rincón de la Victoria, desde donde continuaba con sus actividades ilícitas haciendo uso de una documentación falsa.
Además, se ha podido determinar que las actividades del detenido estaban relacionadas con individuos de origen balcánico, quienes podrían haber facilitado su acceso a armas y municiones. De hecho, en esta misma operación ha sido detenidas otras dos personas relacionadas con el tráfico de armas: un ciudadano serbio y otro montenegrino, aunque la identidad de estos dos otros arrestados no ha trascendido.
En el registro domiciliario del detenido han sido intervenidos diferentes documentos falsos utilizados por el detenido, un pasaporte europeo válido de otra persona, así como numerosos efectos informáticos que están siendo estudiados.
Amedy Coulibaly, una figura clave
Delincuente común en sus primeros momentos, yihadista después, Amedy Coulibaly es una de las figuras clave en los atentados terroristas que aterraron la capital francesa en enero de 2015. De hecho, el fue el seleccionado por Estado Islámico para prestar su imagen antes de los atentados para elaborar el vídeo propagandístico con el que los yihadistas reivindicarían posteriormente esas tres jornadas de terror.
Fue uno de los encargados en elaborar los planes terroristas para esos días y de conseguir al menos buena parte del armamento que se utilizó durante los mismos. Él facilitó varios miles de euros a los hermanos Kouachi (Saïd y Chérif) para que terminasen de limar todos los aspectos relacionados con el asalto a la revista satírica Charlie Hebdo. Los investigadores creyeron en un primer momento que el participó también en esa masacre, pero las sospechas no se han podido verificar.
Lo que sí está claro es que un día después, el 8 de enero, fue el responsable del asesinato de un policía municipal en Mountrage, a las afueras de París. También que el 9 de enero, sobre las 13.00 horas, entró en el supermercado judío Hyper Cacher con dos fusiles y varios artefactos. Allí mató a cuatro personas nada más entrar y tomó al resto como rehenes. El terrorista murió en el asalto que la Policía francesa hizo al supermercado para liberar a los rehenes.
Antes de llevar a cabo sus acciones terroristas, Coulibaly se había provisto de armas y explosivos suficientes para que éstas fueran eficientes y exitosas. Cuando fue abatido, se encontraba en posesión de dos fusiles de asalto AK 47, dos pistolas semiautomáticas y un cuchillo de combate. Además, en el lugar, se encontraron también 20 cartuchos de dinamita industrial, dos mechas lentas y dos detonadores.
El terrorista francés había visitado España días antes de llevar a cabo sus acciones terroristas para acompañar a su pareja sentimental al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para que ésta tomara un vuelo hacia Estambul (Turquía) con la finalidad de llegar a Siria donde se encuentra integrada plenamente en la estructura operativa de Estado Islámico.
Tras este viaje a España, Amedy Coulibaly regresó a Francia con la firme intención de llevar a cabo tantas acciones terroristas como le fuera posible, asumiendo su entrega total en este proceso, tal y como quedó patente en los atentados que llevó a cabo en París.