Ocultaban su dinero en Niue y Samoa, dos islas del Océano Pacífico próximas a Nueva Zelanda. Mossack Fonseca gestionó su inmenso patrimonio durante más de 20 años, tal y como desvelan los Papeles de Panamá. Los Carceller, una de las familias más adineradas de España, una saga de empresarios con participaciones en Sacyr, Ebro Foods, Pescanova y Estrella Damm, responderán ante la Audiencia Nacional por la presunta comisión de delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales. Concretamente, se sentarán el banquillo el próximo 5 de septiembre Demetrio Carceller Coll y su hijo, el presidente de la empresa cervecera, Demetrio Carceller Arce, además de otras dos personas: José Luis Serrano Florez, hombre de confianza de Carceller Coll, y el asesor Gabriel Ignacio Petrus Labayen.
El juicio se ha aplazado ya en dos ocasiones. En junio de 2015 quedó suspendido después de que las partes pidieran interrogar a varios testigos residentes en Estados Unidos, lo que obligó a la tramitación de una comisión rogatoria para solicitar su declaración a través de videoconferencia. Fue señalado de nuevo para el pasado mes de enero pero volvió ha quedar aplazado, en este caso, a consecuencia de una grave enfermedad sufrida por Demetrio Carceller Coll, exministro de Franco.
Entramado societario
Los Papeles de Panamá no resultan una novedad de enormes dimensiones en relación a los Canceller. La Agencia Tributaria ya conoció algunas de las sociedades offshore de la familia cuando intervino el bufete Pretus, uno de los despachos que gestionaban el patrimonio. El desarrollo de la investigación conducida por el juez Pablo Ruz y ha desembocado ahora en el juicio por presunto delito fiscal y de blanqueo de capitales.
La Fiscalía Anticorrupción les acusa de haber creado un complejo entramado societario. Un entramado cuyas raíces se asentarían en refugios fiscales donde opera la ley del secreto bancario para ocultar patrimonio a la Hacienda Pública. El Ministerio Público solicita para Carceller Coll una pena de 48 años y seis meses de prisión y, para Arce, de 14 años como cooperador necesario de los delitos. El patriarca y su hijo han tenido que hacer frente a fianzas de 476 millones y 236 millones de euros, respectivamente.