Catalá cambia el apodo a Pablo Iglesias: de coletas a leninista pop

No desperdicia la más mínima ocasión Rafael Catalá para acometer contra Pablo Iglesias por su equidistancia entre la paz y el terrorismo. El ministro de Justicia en funciones se ha vuelto a referir al líder de Podemos en un desayuno informativo organizado por la agencia Europa Press: "Ningún preso condenado por opinión es un preso político en España. Los demócratas nunca estaremos en el lado de los verdugos ni siquiera nos acercaremos a aquellos que justifican su legado". Hacía otra vez alusión a las palabras de Iglesias en defensa de Arnaldo Otegi.

Pero Pablo Iglesias ya no es el coletas para Catalá, que ha decidido apodarle como leninista pop. Le atribuye el sobrenombre "por esa imagen pop y moderna. Me parece tremendo que en materia de terrorismo alguien esté equidistante, no hay que dejar pasar ese tipo de actitudes, nuestra Constitución es una consolidación de derechos y libertades", ha defendido el ministro.

Luces y sombras

Catalá ha considerado oportuno intervenir en este desayuno porque, aunque el Gobierno permanezca en funciones, "no ha habido un escenario más propicio para alcanzar un gran pacto de reforma de la Justicia". Y ha regresado a los tres famosos ejes a modelar, los mismos a los que el Partido Popular apuntaba al principio de la legislatura y que a día de hoy siguen siendo objeto de debate: la independencia, la agilidad y la orientación a las personas.

Aún así, el ministro de Justicia ha presumido de gestión en materia anticorrupción: "Hemos hecho lo que otros no han hecho. el problema no son los corruptos sino que el sistema no aliente a la corrupción". También ha practicado la autocrítica al repasar las condiciones a las que se ve sometido el Consejo General del Poder Judicial: "Un organismo que se crea para la independencia judicial qué se ha convertido en el paradigma de la politización de la Justicia. Está claro que algo hemos hecho mal".

Aforamiento excesivo

También ha recuperado el debate sobre la figura del aforado, que ahora marca multitud de procesos judiciales como los del 9N o el presunto blanqueo de capitales del Ayuntamiento valenciano de Rita Barberá. Catalán aboga por "promover una revisión del aforamiento porque no es un privilegio sino una práctica procesal. No queremos privilegios para los que ejercemos facultades políticas", ha precisado el popular. Al final, ha reconocido que "la situación actual es excesiva".

Precisamente, en relación a la desobediencia del Parlamento de Cataluña revivida hace solo unos días, Catalá ha recordad que "aunque el Gobierno está en funciones el estado de Derecho nunca está en funciones. Estamos permanentemente vigilantes para que en Cataluña se respeten las leyes. La resolución independentista fue declarada nula por el TC y cualquier actuación de ese proceso tiene el mismo origen. Los servicios jurídicos del Estado están estudiando presentar un incidente de ejecución".

Control parlamentario

Catalá ha explicado el porqué de la negativa del Gobierno a someterse al control del nuevo Parlamento. Dice el ministro que en este momento tan peculiar, la situación es incierta: "Hemos considerado con informes jurídicos que esa naturaleza parlamentaria de Gobierno no existe y no podemos, no es que no queramos, no se puede ejercer la labor de control un Parlamento que no ha elegido al Gobierno".

Entre quinielas de futuro Gobierno, el ministro de Justicia en funciones ha asegurado que no le "consta que Rajoy le ha ya ofrecido una hipotética vicepresidencia a Pedro Sánchez. No me parece que la manera de hablar sea ofrecer cargos sino hablar de políticas".

Por último, una pequeña alusión a los papeles de Panamá, un país con el que "tenemos una relación de colaboración". Catalá ha detallado que en la investigación "hay un plano de legalidad y un plano ético, sería oportuno saber en qué plano estamos". Panamá no es un paraíso fiscal, según el popular, simplemente tiene "un sistema tributario y una cultura distinta".