La imputación del delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid ha acaparado en buena parte la actualidad municipal este jueves. Javier Barbero tendrá que acudir el próximo 25 de abril a prestar declaración ante el juez tras la denuncia que el Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM) le interpuso por llamar "fascistas" a algunos de los agentes que le acosaron el pasado 16 de febrero en la calle.
La portavoz de Seguridad del Partido Popular en el Ayuntamiento, Inmaculada Sanz, ha pedido a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que le exija responsabilidades. Y es que para la popular es "muy grave" que Barbero haya llamado "fascistas" a un grupo de policías por lo que cree que la regidora debe pedirle que "reflexione sobre esa actitud". A su juicio, las palabras de Barbero "parten" de los "prejuicios" que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento tiene respecto a la Policía Municipal.
No obstante, desde el PP no han censurado el escrache que el grupo de agentes le hizo a Barbero, algo que contrasta con las críticas que vertieron hacia esta práctica cuando los damnificados eran miembros de sus propias filas, como Cristina Cifuentes, Soraya Sánz de Santamaría o Alberto Ruiz Gallardón.
Mientras, para la portavoz de Ciudadanos en el Consistorio es necesario que el concejal de Ahora Madrid "pida perdón" a sus policías. Según ha explicado Begoña Villacís, a preguntas de la prensa, "no se puede ser el jefe de la Policía y permitir que durante tres meses se produzca una acampada enfrente de Cibeles donde se insulta a tu Policía, es inadmisible"; tampoco se puede ser el jefe e "insultar a un grupo de policías, de cuatro, cinco, siete" agentes. "Pedimos al concejal de Seguridad que pida perdón a la Policía por haberles llamado fascistas", algo que es un "insulto personal con connotaciones muy negativas", y que "reflexione más antes de calificar a alguien". Asimismo, le ha pedido que "no permita que en esta ciudad la gente pueda libremente insultar a los policías", ya que los ciudadanos a la Policía de Madrid "la valoran y la respetan". "Todos tenemos que respetar a la policía y el que más, el concejal de Seguridad".
El PSOE, con el concejal Barbero
Como ya es habitual, el único partido de la oposición que no ha pedido ningún tipo de responsabilidad al Ejecutivo municipal ha sido el PSOE. Es más, el secretario del grupo socialista, Ramón Silva, ha instado al sindicato policial mayoritario en la Policía Municipal [que es el que ha interpuesto la denuncia] a que la retire puesto que Barbero -ha asegurado- retiró los expedientes abiertos a los agentes que le increparon [extremo éste que ni siquiera ha confirmado Rita Maestre].
"Parece el mundo al revés: todos sabemos que le insultaron, y ahora le imputan a él por supuestos insultos a la Policía Municipal que no se produjeron. Yo conozco las palabras que dijo, y él nunca generalizó en la Policía, generalizó en el comportamiento de algunos agentes", ha justificado.
Y ha insistido en que, aunque Barbero no estuvo "afortunado" en sus declaraciones, no tuvo intención de insultar a la Policía como tal. Por eso, ha opinado que "lo mejor sería" que CPPM retirara la denuncia, "igual que Barbero no prosiguió adelante con los expedientes a los policías". "Que se sienten, negocien y acuerden, que es la obligación de la corporación (municipal) y de los sindicatos", ha añadido.
"Quien debería pedir disculpas" son los agentes
La última en pronunciarse sobre este asunto ha sido la portavoz del Gobierno municipal. A preguntas de la prensa, Rita Maestre ha afirmado que "quien debería pedir disculpas [a Barbero] es quien le insultó y pateó su coche". "Nuestra posición con el delegado Barbero es de apoyo y de cariño ante unos hechos duros que tuvo que soportar, desagradables y violentos", ha añadido.
Uno de los periodistas ha preguntado a Maestre directamente sobre qué diferencia al escrache que sufrió Barbero con los anteriores que padecieron otros dirigentes políticos. Así le ha contestado la portavoz:
Yo diría que la diferencia fundamental tiene que ver con un periodo de la historia de nuestro país, en el que además de una crisis sangrante y dolorosa -que ha producido muchísimos despidos, muchísimos desahucios, la condena a la precariedad y a la miseria de mucha gente en nuestro país- paralelamente a eso, la administraciones públicas, las instituciones y los cargos políticos no ofrecían vías de diálogo ni de recogida de esas demandas ciudadanas. Durante muchos años en España, y eso explica el nacimiento del 15M y la ola de movilizaciones que se produjeron desde el año 2010 hasta hace no demasiado, se producían porque ante quejas y problemas que la ciudadanía percibía como generales e injustos, las instituciones no solo no respondían sino que no ofrecían vías de diálogo ni de apertura. Creo que eso es lo que ha provocado que en determinados momentos se haya optado por esa vía de movilización, que efectivamente deja a la persona sin mucha capacidad de negar la realidad. Cuando las instituciones, los cargos públicos, las administraciones no escuchan y tienen una política sistemática de no escucha y de no respuesta ante las demandas ciudadanas pues parece comprensible -ha sucedido en muchos otros lugares, en muchos otros momentos históricos- que la ciudadanía tenga que decirlo de una forma clara (…) En este caso estamos hablando de otra cosa: estamos hablando de trabajadores que dependen directamente del delegado de Seguridad, Salud y Emergencias cuando esas vías [de diálogo] existen y mucho. En realidad de lo que estamos hablando es de una reivindicación coorportiva, sindical, que es legítima pero que se produjo de una forma poco educada. Y que tuviera que ser protegido por la Policía un concejal en su cargo de una parte, minoritaria, de sus policías pues es una cosa que yo creo que cualitativamente es distinta".
El periodista repreguntó: "¿Quiere decir que lo que le pasó a Cristina Cifuentes no es equiparable a lo que le pasó al señor Barbero?"
"Efectivamente son cuestiones distintas", zanjó Maestre.