Francisco Solar, 'Cariñoso', y Mónica Caballero, 'Moniquita' perpetraron un atentado en la Basílica del Pilar. El artefacto explosivo que detonaron en octubre de 2013 causó heridas a una feligresa y afectó al patrimonio histórico y artístico de la zona. La Audiencia Nacional ha condenado a los dos anarquistas chilenos a penas de doce años de cárcel por delitos de lesiones y daños terroristas, aunque les absuelve de pertenencia a organización criminal y conspiración. La investigación no ha probado la inclusión de los condenados en el grupo anarquista FAI-FRI, ni que intentaran también atentar contra el Monasterio de Montserrat de Barcelona.
Los magistrados que componen las Sección Cuarta de la Sala de lo Penal. Ángela Murillo, Paloma González Pastor y Juan Francisco Martel, consideran acreditado que Solar y Caballero atacaron la Basílica del Pilar "como una de los símbolos del Estado", aunque lo hicieron mediante una decisión "autónoma" y "sin que conste que estuvieran integrados en algún grupo de afinidad anarquista". En la narración de los hechos, explican cómo viajaron desde Barcelona a Zaragoza, colocaron en la nave de la catedral una bomba y la hicieron explotar cuando medio centenar de turistas norteamericanos visitaban en espacio.
Los dos anarquistas alertaron minutos antes del atentado a través de una llamada telefónica. La propietaria del centro de estética con el que contactaron no otorgó credibilidad al aviso y no lo transmitió a las Fuerzas de Seguridad. En cualquier caso, la Audiencia Nacional ha concluido que el artefacto "carecía de potencia destructiva", era de "gran simplicidad" y de fabricación casera.
"Muerte al Estado"
"Viva la anarquía" y "muerte al Estado". Con estos dos enunciados concluyeron los dos condenados el juicio en el turno de última palabra. Ambos se enfrentaban a sendas peticiones de la Fiscalía de 44 años de prisión. Además de las condenas a doce años de cárcel, los magistrados les han impuesto el pago de una indemnización de 22.775 euros a la mujer herida y de 182.601 euros al Cabildo de Zaragoza.
En cuanto a la pertenencia a organización terrorista, deducen que FAI/FRI era "una organización a nivel mundial carente de organización": "Si se considerasen organizaciones terroristas, serían tan defectuosas, incapaces y objetivamente disfuncionales que ni siquiera tendrían relevancia penal".