Tras más de dos horas de reunión entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, el líder de Podemos ha comparecido en la sala de prensa del Congreso de los Diputados para asegurar que "si para que haya un gobierno a la valenciana mi presencia es una dificultad, estoy dispuesto a ceder y no estar en ese gobierno". Así dice "renunciar" a la vicepresidencia que pidió al PSOE hace ya más de dos meses.
Eso sí, aunque dice "ceder", el de Podemos ha querido dejar claro que la renuncia es "personal", es decir, que desde el partido morado se sigue reclamando ese puesto para otros compañeros "suficientemente capacitados" para desempeñar ese papel. Considera Iglesias que la vicepresidencia tiene que continuar siendo "la consecuencia lógica" de su pacto con el PSOE, ya que la presencia de miembros de los dos partidos en un supuesto gobierno PSOE- Podemos "debe ser proporcional".
Menos agresivo
Con un tono mucho menos agresivo y muy sonriente, el líder de Podemos se refería a su interlocutor y decía que a Pedro Sánchez esta renuncia "le ha parecido bien" ya que este "tema de la vicepresidencia" generaba "profundo rechazo" en el PSOE, y que "si esa iba a ser la excusa", él "cedía".
"Lo importante es que haya un gobierno de coalición a la valenciana", ha insistido el líder de Podemos en varias ocasiones desde la cámara baja. "Me voy a dejar la piel", ha añadido. "Se ha demostrado que la vía del 161 es mucho más eficaz que la del 130", ha repetido Iglesias.
Un pacto de 161 diputados que serían los 89 socialistas, los 65 de Podemos y sus confluencias, los 4 de Compromís y los 2 de IU, y que necesitaría la abstención de C's o la de los nacionalistas para que fuera fructífero.
Pide la abstención de C's
A sabiendas de que los números no le dan sin estas abstenciones, el líder de Podemos también ha pedido a Ciudadanos que "facilite" este gobierno de izquierdas con su abstención o con su sí. Y aunque ha vuelto a rechazar el pacto del PSOE con C's como base para ese acuerdo, sí que se ha mostrado dispuesto a reunirse con Albert Rivera para pedir su apoyo "por activa o por pasiva" para conseguir un "Gobierno a la valenciana".
Aunque, tras ello, preguntado Iglesias por qué no se abstienen ellos si lo más importante como dice es "sacar a Rajoy de la Moncloa", ahí ya dejaba a un lado esa "responsabilidad de Estado" de la que hablaba antes y decía que ellos eran "coherentes" con sus políticas y que "no" lo iban a hacer.
Quita más poder a Errejón
Pablo Iglesias también ha desvelado que, a partir de ahora, será él quien encabece "el equipo negociador" de Podemos para "la vía de los 161 diputados". Por ello, ya no será Íñigo Errejón el responsable de este grupo. Un nuevo gesto del líder de Podemos para restar poder a su número dos que escenifica la mala relación entre ambos.
Hasta el día de hoy, había sido Errejón el que había llevado sobre sus hombros el peso de las conversaciones con los socialistas. Fue él quien asistió a las reuniones negociadoras que se produjeron entre el PSOE y Podemos y que se suspendieron después de que los socialistas firmarán su acuerdo con Ciudadanos.
Negociaciones que espera continuar en estos días el propio Pablo Iglesias con Pedro Sánchez pero también, ha propuesto que los dirigentes del PSC, Miquel Iceta, y de En Comú-Podem, Xavier Domènech, se encarguen de trabajar juntos en una propuesta de consenso para abordar el debate separatista en Cataluña. Una propuesta que, según ha dicho Iglesias, a Pedro Sánchez "no le parece mal". No obstante, preguntado sobre si Podemos renuncia a su propuesta de celebrar un referéndum en Cataluña, Iglesias ha asegurado que su postura "sigue siendo la misma de siempre".
Más cesiones
Horas después de esta rueda de prensa, se conocía que Pablo Iglesias se había presentado en esta reunión con alguna cesión más que la de la vicepresidencia. Las cámaras de Cuatro han captado una página con los cuatro argumentos que tenía preparados el líder de Podemos para tratar de persuadir al secretario general del PSOE titulados "Cesiones que he trasladado".
Entre ellas, Iglesias ha planteado una reforma fiscal menos redistributiva, incrementar el gasto público en 60.000 millones en vez de 90.000, reducir del déficit a un ritmo mayor del que llevaba el programa electoral morado y derogar la reforma laboral del PP, pero no la del Gobierno de Zapatero.