Había debate en el núcleo duro del PSOE en torno a mantener o retrasar la convocatoria del 39 Congreso Federal del PSOE, previsto los días 8 y 22 de mayo. De un lado, Pedro Sánchez, quien veía en la convocatoria un riesgo innecesario al abrir el melón del liderazgo en mitad de la negociación por la formación de Gobierno. Del otro, el secretario de organización, César Luena, quien veía en el calendario inicial la manera de descartar la candidatura de Susana Díaz, habida cuenta de que la recogida de avales debería comenzar en apenas quince días.
El mismo Luena lleva "quince días hablando con el conjunto del partido", es decir, con todas las federaciones del PSOE, según informan fuentes de Ferraz, para pulsar el sentir mayoritario. Y en la última semana se ha afanado con las "más sensibles". Es decir: Andalucía, Asturias, Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha. Todas las que empujan a la baronesa socialista, Susana Díaz, a dar un paso al frente en la batalla por el liderazgo.
Conversaciones que han surtido su efecto este mismo lunes. El PSOE aplazará su congreso federal y, por extensión, la eterna batalla por el liderazgo entre Susana Díaz y Pedro Sánchez. Se aplaza sine die "hasta la formación de Gobierno", dicen en Ferraz, donde explican que el aplazamiento se extendería lógicamente aún más en el caso de que se repitieran las elecciones.
La decisión se comunicará este lunes a las federaciones en un comunicado y se ratificará en una reunión de la Ejecutiva socialista mañana martes. Una reunión que convocará este sábado al comité federal que dejará abierta la fecha del 39 Congreso para evitar "volver a pillarnos las manos".
En este escenario, es clave la posición de Andalucía, cuyo secretario de Organización, Juan Cornejo, ha aceptado el aplazamiento tras varias semanas de rumores sobre una posible candidatura de la baronesa socialista. Susana Díaz no sólo no da un paso al frente a día de hoy sino que acepta que Pedro Sánchez sea el candidato en el caso de repetirse las elecciones, ya que de haber elecciones, el aplazamiento sería aún mayor.
Según fuentes del socialismo andaluz, son muchos los históricos que están presionando a Díaz para que de un paso al frente. Entre ellos, el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, o José Bono y José Blanco. Entre quienes empujan a la baronesa a dar el paso estarían también sus dos barones más afines, el asturiano Javier Fernández y el valenciano Ximo Puig.
En la dirección de Pedro Sánchez siguen creyendo que Susana Díaz no se atreverá a presentarse a unas primarias, pero han preferido no correr riesgos y aceptar un aplazamiento de la batalla entre los más que probables futuros candidatos. Ahora bien, Susana Díaz se apunta un tanto: gana tiempo para tomar su demorada decisión; Sánchez se apunta dos: tiempo para formar Gobierno y, si no lo consigue, será nuevamente el candidato.