Izquierda Unida presentará una querella criminal contra el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el resto de los integrantes del Consejo de Ministros por haber plasmado su firma en el acuerdo UE-Turquía sobre refugiados, que tiene elementos "constitutivos de delito".
Así lo ha anunciado el portavoz de Unidad Popular Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, Alberto Garzón, durante una conferencia de prensa celebrada en las dependencias de la Cámara, en la que ha estado acompañado por la eurodiputada Marina Albiol y Gonzalo Boyé, el abogado condenado por prestar apoyo a ETA en el secuestro de Prado y Colón de Carvajal.
Previsiblemente durante la semana que viene Izquierda Unida registrará dicha querella ante el Tribunal Supremo, ya que Rajoy es diputado y tiene condición de aforado, ha explicado Boyé.
Además de esta querella, Izquierda Unida mantiene conversaciones con otros partidos y organizaciones sociales para convocar una marcha "masiva" contra un acuerdo, firmado este pasado fin de semana, que, en su opinión, vulnera el Código Penal y convenios y tratados internacionales.
Garzón ha dejado claro que IU-UP que "no se puede mirar hacia otro lado" y que lo que está sucediendo con los refugiados es "un drama y un crimen" del que la "Historia pasará factura". "Estamos viendo comportamientos muy parecidos a los del fascismo de los años 30", ha advertido, subrayando que su organización utilizará "todas las vías legales" posibles para que ese acuerdo "quede en falso".
Garzón rechazado el argumento del Gobierno de que el acuerdo firmado cuenta con el aval del Congreso y ha acusado al presidente en funciones de comprometer a todos los ciudadanos con su firma mientras se niega a someterse al control del Parlamento alegando su situación de interinidad. "Se comporta como un dictador temporal", ha protestado.
Además de estas acciones judiciales, Garzón ha indicado que tiene intención de ponerse en contacto con otras fuerzas políticas y sociales para promover manifestaciones contra el "acuerdo de la vergüenza".
A su juicio, la sociedad española está "muy sensibilizada" con esta cuestión pero las movilizaciones que han tenido lugar hasta ahora no han sido masivas por falta de tiempo. Su idea es aunar fuerzas para lograr que la gente repudie este acuerdo en la calle igual que hizo en su día contra la guerra de Irak.