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Rivera rechaza a Rajoy pero se entrevista con Sánchez para pedirle explicaciones del encuentro con Iglesias

La unidad negociadora de PSOE y Ciudadanos, en entredicho por los encuentros bilaterales de los socialistas con Podemos e IU.

Rivera con Mitzy Capriles | EFE

Para relatar lo sucedido este miércoles en la relación PSOE-Ciudadanos, es difícil sustraerse a la comparación con una pareja sentimental. Los centristas han descubierto que hay otro, pues su pareja Pedro Sánchez ha concertado una cita a solas con Pablo Iglesias para la semana que viene pese a que se comprometió (y eso fue motivo de chanza del secretario general de Podemos) a no negociar nada sin la compañía del partido naranja; cuando aún estaban asumiéndolo, ha aparecido otra aventura, pues el PSOE se reunirá este jueves con IU, igualmente sin presencia de Ciudadanos. Conscientes ya de los hechos han tratado de restarle importancia y, finalmente, al caer la tarde, la pareja Sánchez-Rivera ha tenido oportunidad de hablar durante cuarenta minutos para tratar de aclarar lo sucedido y salir reforzados en su unión.

Todo comenzó el martes por la noche, cuando el secretario general del grupo parlamentario de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, remitía una carta al portavoz del PP, Rafael Hernando, emplazándole a una reunión para el próximo viernes, a la que asistiría también el PSOE, como hasta ese momento parecía obligado. Horas después Hernando despreciaba el encuentro a nivel de equipos negociadores y abogaba por que se reunieran los líderes de PP, PSOE y Ciudadanos, ya que, afirmaba con ironía: "Primero los jefes, porque si no los indios no sabemos dónde disparar".

A la salida de un encuentro que mantenía este miércoles en el Congreso de los Diputados con Lilian Tintori, la mujer del disidente venezolano preso, Leopoldo López, Albert Rivera volvía a desairar el ofrecimiento de sentarse con Rajoy: "Estamos aquí para hablar de cosas un poco más serias" decía como toda respuesta a la pregunta de si aceptaba el encuentro al más alto nivel con PP y PSOE. Fuentes próximas al líder centrista niegan que se trate de desprecio alguno al presidente del Gobierno en funciones, sino simplemente, aseveran, una cuestión de procedimiento, pues en una reunión de líderes no se puede bajar tanto al detalle sobre un acuerdo de Gobierno, como hicieron durante varias semanas de negociación con el equipo de Pedro Sánchez.

El presidente de Ciudadanos remarcaba así su idea de que los encuentros sean entre equipos negociadores, como el que este mismo miércoles se ha mantenido con Compromís, y de paso aumentaba la presión sobre el presidente del Gobierno en funciones, al que en reiteradas ocasiones ha mostrado la puerta de salida porque, como repite una y otra vez en referencia a la corrupción que afecta al PP, "quien no limpia su casa difícilmente puede regenerar España".

Resta importancia a la reunión Sánchez-Iglesias

Poco después se conocía el encuentro futuro entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que rompería la unidad de acción negociadora de PSOE y Ciudadanos y la doctrina de que primero se sienten a hablar los equipos negociadores. Un revés que Miguel Gutiérrez trataba de contrarrestar en una comparecencia ante los medios: "La importancia que nosotros le damos a la reunión es ninguna. Lo que importa es lo que está firmado. Hemos firmado un contrato que se podrá adendar con medidas que otros consideren que son positivas y que tanto el PSOE como nosotros entendamos que van en la línea del acuerdo. Pero eso es lo importante, el debate de las sillas a nosotros nunca nos ha parecido importante".

Fuentes de Ciudadanos insisten en que la reunión que van a mantener los secretarios generales del PSOE y Podemos no rompe la entente entre socialistas y centristas. Aseguran incluso que Sánchez e Iglesias no van a hablar de acuerdos de Gobierno, sino simplemente a restañar heridas tras el enconado enfrentamiento que protagonizaron en la investidura fallida del primero.

Reunión Sánchez-Rivera como colofón

Al filo de las nueve de la noche del miércoles Ciudadanos informaba del encuentro de algo más de media hora que Pedro Sánchez y Albert Rivera habían mantenido en las dependencias del Congreso de los Diputados para "reafirmar que el documento suscrito por ambos partidos sigue siendo la base de cualquier negociación".

Un intento de frenar el descrédito de la acción conjunta con los socialistas que tanto Podemos como IU, con la que el PSOE se reúne este jueves sin presencia de los centristas, han puesto de manifiesto buscando la bilateralidad con la calle Ferraz. Sánchez y Rivera también acordaban que los equipos negociadores de PSOE y Ciudadanos se sigan reuniendo "durante las próximas semanas". Una fase, la de las reuniones entre ambos a solas, que las dos formaciones dieron por superada el pasado cinco de marzo, al día siguiente de la fallida investidura del secretario general socialista.

En fechas recientes, el portavoz socialista Antonio Hernando y su homólogo centrista Juan Carlos Girauta afirmaban que irían conjuntamente a todas las reuniones fuese quien fuese el interlocutor con el que habría que negociar. Un compromiso que, sencillamente, ya no puede tenerse en pie.

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