Es lo que se desprende de su actitud, sobre todo la del ex presidente José Antonio Griñán ante el juez de instrucción de apoyo del juzgado de Instrucción nº 6, Álvaro Martín, y lo que ha expresado explícitamente su abogado, José María Mohedano, acusando directamente al fiscal jefe Salinas de haber preparado este paseíllo.
Tanto Manuel Chaves como José Antonio Griñán han debido atravesar los corrillos de público, marcadamente de origen podemita /"PSOE y PP, la misma mierda es) que los aguardaban en la puerta de los juzgados donde les han llamado "chorizos" y "corruptos".
Que las citaciones hayan sido tan sucesivas, con menos de hora y media de diferencia, indica a las claras que la voluntad de los investigados era la de no declarar en el juzgado de la ex juez Alaya y remitirse a sus declaraciones ante el Tribunal Supremo, como así ha ocurrido.
El expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán ha comparecido tras Manuel Chaves pero, a diferencia de este, que se ha limitado a reiterar su declaración ante el Supremo, ha destacado en un comunicado posterior que tanto a la entrada como a la salida un grupo de ciudadanos congregados a las puertas de los juzgados del Prado de San Sebastián le han increpado con gritos de 'chorizo', entre otras proclamas.
En esa nota, Griñán desacredita la supuesta voluntad del juez Álvaro Martín de amparar su derecho a ser oído en calidad de investigado por no haberlo sido antes en las diligencias practicadas por Mercedes Alaya. Griñán argumenta que tanto su derecho a la defensa como la igualdad de las partes quedaron plenamente satisfechos en su comparecencia ante el TS. Por lo tanto, se ha ratificado en todo lo que manifestó ante el Tribunal Supremo.
Pero introdujo un matíz crítico con el juez Álvaro Martín: "Nada añadiría una nueva declaración salvo la propia comparecencia y sus efectos mediáticos".
Su letrado defensor, José María Mohedano ha ido algo más lejos y ha señalado expresamente al Fiscal Jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, como responsable del "paseíllo" judicial porque, según dijo, había estado en los juzgados sevillanos días antes de que el juez decidiera llamar a declarar a los dos ex presidentes. Es más, ha llamado a este comportamiento del fiscal "presiones" hacia su defendido y añadió que se ha vulnerado su derecho a la defensa para compensar con este "show" otros casos de corrupción actualmente en los jugados españoles.
También ha lamentado que la nueva juez haya prorrogado otros 18 meses un caso que ha superado los cinco años de instrucción pero ha callado ante la flagrante contradicción de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz que, por una parte, defiende a los ex presidentes y por otra, ejerce la acusación particular de ambos y de los demás altos cargos.
La sorpresa del día vino de la mano del juez Álvaro Martín que no ha formulado ni una sola pregunta a José Antonio Viera, que no se negó a declarar. Viera dijo que sólo era un "maestro" sin conocimientos legales para urdir una trama como la descrita por las acusaciones y llegó a la sala minutos después de que terminaran las declaraciones de Manuel Chaves y José Antonio Griñán.