El partido creado en 1931 está a las puertas de su disolución, cierre y tal vez refundación. Su situación económica es más crítica que la política (sin representación ni en el "parlament" ni en el Congreso) y ha solicitado un preconcurso de acreedores para tratar de negociar las deudas generadas en la larga etapa de Josep Duran Lleida, que se mantuvo al frente de la dirección del partido desde 1990 hasta el 2016, cuando tras la ruptura con Convergencia y los malos resultados en solitario decidió abandonar la política y aceptar un puesto de abogado experto en relaciones internacionales en el despacho de su suegro, Josep Colls Alsius.
Unió todavía no ha decidido el sustituto de Duran, aunque es Ramon Espadaler, exconsejero de Interior en el último gobierno de Mas, quien lleva el día a día del partido pese a su fracaso como candidato en las autonómicas. Duran tampoco consiguió acta de diputado en las pasadas generales del 20 de diciembre, por lo que precipitó su salida de la política el pasado. En teoría, el partido debe celebrar un congreso a mediados de abril, pero antes de esa cita ha convocado este fin de semana a sus cuadros para darles cuenta e información sobre el panorama.
Los responsables administrativos de Unió han despedido personal y puesto en venta la sede, un edificio junto a la Estación del Norte, porque ya no puede hacer frente a los créditos, los pagos a proveedores e incluso a los gastos ordinarios.
En 2014 trascendió que Kutxabank le condonó un crédito a Unió de más de nueve millones de euros. El pufo databa de 1996, cuando el partido dejó de pagar un crédito que entonces ascendía a 300.000 euros. La entidad financiera se avino a cobrar sólo un millón de euros por parte del partido, pero no hay constancia de que se haya hecho efectivo el pago.
En el plano político, la fuga de cargos de Unió se aceleró tras la ruptura con Convergencia, el pasado verano. La expresidenta de la cámara autonómica, Núria de Gispert, y el también expresidente, Joan Rigol, fueron los primeros en abandonar el barco en favor de las tesis separatistas de Mas.
Duran cobró gran notoriedad por unas fotografías en la suite del Palace en la que se alojaba. Sobre el coste de su "vivienda habitual" en Madrid, alegó que el establecimiento tenía tarifas especiales para diputados.