Ciudadanos no ha dudado en atribuirse como una victoria política la renuncia de José Ramón Besteiro a ser el candidato del PSOE a la Xunta de Galicia en las elecciones de otoño. Lo cierto es que su acuerdo de Gobierno con los socialistas, firmado solemnemente por Pedro Sánchez y Albert Rivera y que el partido centrista considera vigente pese a la fracasada investidura del líder socialista, contemplaba el compromiso de no incluir en listas electorales ni promover para cargos públicos a personas investigadas por la Justicia, como lo está Besteiro por delitos como cohecho o tráfico de influencias.
Suficiente para que el secretario general del grupo parlamentario centrista, y uno de los negociadores con el PSOE, Miguel Gutierrez, haya afirmado este sábado en una comparecencia en la sede del partido en Madrid: "Estamos consiguiendo regenerar la vida pública, estamos consiguiendo que gente que está imputada no vuelva a salir en listas. Gracias a este acuerdo de Gobierno y a este documento que firmamos con el PSOE hemos hecho posible esta renuncia. Nos congratulamos que todos los millones de votantes de Ciudadanos estén consiguiendo que la vida pública empiece a cambiar, y eso para nosotros es una alegría".
Preguntado por si pedían también la dimisión de Besteiro como líder de los socialistas gallegos, algo que hacía antes de conocerse la renuncia Begoña Villacís, quien dijo que "por supuesto" que lo harían, Gutierrez era mas cauto que la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid: "Nosotros lo que pedimos es que no se presenten en las listas todas las personas que estén imputadas [lo que hoy jurídicamente son investigados] eso es lo que contempla el acuerdo" a lo que añadía que "nos parecería ilógico" sobre la continuidad de Besteiro en su cargo orgánico.
Las palabras de Gutierrez presagian lo que a partir del lunes será el discurso de Albert Rivera, que no dudará en considerar el anuncio hecho este sábado por Besteiro como una muesca más en la culata regeneradora de Ciudadanos, a sumar a las de los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán o los exconsejeros madrileños Lucía Figar y Salvador Victoria, todos forzados a dimitir de sus cargos como condición para apoyar a los Gobiernos autonómicos de Susana Díaz y Cristina Cifuentes.