El porcentaje de ciudadanos vascos que se muestra a favor de la independencia en el País Vasco ha caído once puntos en dos años, ya que en 2014 era el 30 por ciento de la población la que apostaba por esa vía, mientras que en 2016 defienden la independencia el 19 por ciento de los encuestados. Estos datos se recogen en el Sociómetro Vasco 60, que difunde el Ejecutivo autonómico, en el que se incluye la evolución experimentada por la opinión pública vasca en estos últimos 20 años.
El 38 por ciento de las personas encuestadas se muestra en contra de la independencia, el porcentaje más amplio desde 1998 cuando se oponían a la separación de España el 24 por ciento de los vascos. Por su parte, el 19 por ciento de los vascos aboga por la independencia. Este porcentaje se ha reducido en once puntos desde 2014, cuando el 30 por ciento de la población defendía esta posibilidad. Un 30 por ciento afirma que estaría o no de acuerdo con la independencia dependiendo de las circunstancias y un 12% no contesta.
Asimismo, el 62 por ciento de los encuestados asegura estar muy o bastante satisfecho con la democracia en el País Vasco, mientras que este porcentaje sólo llega al 29 por ciento cuando se pregunta sobre la democracia en España y al 31 por ciento sobre Europa.
En cuanto a la valoración de los líderes políticos, el lehendakari, Iñigo Urkullu, vuelve a ser el único político vasco que aprueba (5,3 sobre 10), seguido del presidente del PNV, Andoni Ortuzar (4,7), del dirigente de Sortu, Asier Arraiz (4,4), de la secretaria general del PSE, Idoia Mendia (3,9), del líder del PP vasco, Alfonso Alonso (2,3) y, por último, del portavoz de UPyD, Gorka Maneiro (2).
En relación a las instituciones, la población vasca se muestra satisfecha con su ayuntamiento (72 por ciento), con el Gobierno Vasco (65 por ciento) y con su diputación (63 por ciento). Estas opiniones se han mantenido estables desde hace 20 años. Por el contrario, la satisfacción con el Gobierno central y con el Consejo Europeo, que han sido siempre más bajas, han experimentado un descenso en estos últimos años y han llegado a su punto de máxima insatisfacción (un 69 por ciento y un 49 por ciento).