Poco o nada gustó el discurso de Pedro Sánchez a los grupos minoritarios. Los más críticos fueron los independentistas catalanes. El portavoz de Esquerra, Joan Tardà, fue de los más duros, calificó la intervención de Sánchez de "cínica" y "poco creíble". Al tiempo que lamentó que no hubo "autocrítica" por parte del candidato. "Buena parte del jaque al estado social surgió con el gobierno de Zapatero", recordó.
Tardà adelantó que ERC no se abstendrá a menos que "Pedro Sánchez
se caiga de la cama y reconozca el derecho a decidir". En la misma línea se expresó el portavoz de Democracia y Libertad, Francesc Homs, que, previsiblemente, también votará "no". El convergente calificó la intervención de Sánchez de "decepcionante" y destacó que el propio candidato asume su fracaso.
Mientras tanto, el líder de Compromís, Joan Baldoví, incidió en que el discurso de Pedro Sánchez fue "previsible". En su opinión, el socialista debería haber insistido más en asuntos donde hay más "desacuerdo". El diputado valenciano criticó la falta de voluntad de diálogo de Sánchez y aseguró que "depende del socialista tener la semana que viene un gobierno".
Por otro lado, Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida- Unidad Popular, adelantó que dará un "no rotundo" a los socialistas si mantienen el acuerdo con Ciudadanos. "Es imposible poner en marcha un programa de izquierdas con la base económica de Ciudadanos", afirmó. Por ello, Garzón mantiene su propuesta de la "mesa a cuatro" apuesta porque PSOE, Podemos, IU y Compromís se sienten de nuevo.