Hay avances sustanciales y el acuerdo podría ser inminente. Así lo confirman a Libertad Digital fuentes de las dirección del PSOE y de Ciudadanos. "A punto" ha dicho premonitoriamente en rueda de prensa el portavoz parlamentario centrista, Juan Carlos Girauta. El acuerdo se podría anunciar, al menos de forma parcial, coincidiendo con la reunión que las comisiones negociadoras de PSOE y Ciudadanos han fijado para primera hora de la tarde de este miércoles.
Por la mañana, habrá reunión del grupo parlamentario de Ciudadanos, al que se informará del estado de las negociaciones. Desde la dirección del PSOE apuntan en la misma dirección pero amplían el abanico a dos formaciones políticas: IU y Compromís. Confían en llegar a un acuerdo con ambas en la próxima semana que les sirva para presionar a Podemos de cara a conseguir su abstención. Pero son muy pesimistas al respecto de una marcha atrás de la formación morada.
Así las cosas, Pedro Sánchez no tendría ni mucho menos garantizada su investidura, y podría "plantarse en la votación del 5 de marzo [la segunda en la que es necesaria mayoría simple, en lugar de mayoría absoluta] sin saber lo que hará Podemos". En palabras de un dirigente socialista, "Pablo Iglesias nos va a dejar tirados en esa votación" en la que cree "vamos a llegar a la investidura sin que hayan querido negociar con nosotros".
A nadie se le escapa que la otra opción para que Sánchez llegue a La Moncloa es la abstención del PP, una posibilidad para la que todo el mundo mira a Albert Rivera. En la formación centrista confían en la responsabilidad de los populares para evitar una repetición de las elecciones, algo fácilmente deducible de las palabras pronunciadas este mismo martes por Juan Carlos Girauta, refiriéndose veladamente a Mariano Rajoy: "A medida que se acerca la fecha de la investidura, quedará más claro para todo el mundo que quien se oponga asumirá una responsabilidad política. Cuanto más claro sea que puede asumir los contenidos y que deja de hacerlo por razones que no tienen que ver con ellos ni con los intereses de España".
Ciudadanos no mendigará, en cualquier caso, el apoyo pasivo de los populares, sino que les forzará a decidir haciéndoles ver que la alternativa sería echar a los socialistas en manos de Podemos y el independentismo.
Sánchez se deshace en elogios con Rivera
En rueda de prensa en el Congreso, el líder del PSOE y candidato a la investidura, Pedro Sánchez, dio a entender que descarta un entendimiento con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, porque "negocian a través de ruedas de prensa" mandando "sus documentos por mail" y eso "es muy complicado". Sánchez reconoció que "me gustaría que fuese más fácil, sinceramente" pero no quiso asumir que esto signifique que ha cejado en su empeño de salir investido.
En este sentido, manifestó ser "razonablemente optimista" con la negociación que "avanza mucho" y quiso contraponer la actitud de Iglesias con la de Ciudadanos, a cuyo líder Albert Rivera quiso mandar un agradecimiento público y expreso. "Yo agradezco la disponibilidad y disposición de Ciudadanos y de Albert Rivera. Creo que han entendido el mensaje de las urnas el pasado 20 de diciembre, y es que tenemos que acordar sobre las ideas y no sobre los partidos, que tenemos que ayudar a que España tenga gobierno y que sea un gobierno reformista y progresista".
Preguntado por Libertad Digital por la información publicada por este diario sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo inminente con la formación naranja, Sánchez no quiso descartar ni confirmar nada al respecto, pero respondió enfatizando su agradecimiento público, su entendimiento en privado y su sintonía con el líder de Ciudadanos. "Yo le tengo que agradecer a Rivera la disposición que tiene para negociar e intentar resolver la situación política que vive España y que en España haya un Gobierno de manera urgente".
La consulta del PSOE
Así las cosas, Pedro Sánchez llegará a su investidura sin un acuerdo cerrado que le garantice la luz verde y, por tanto, sin un acuerdo sobre el que consultar a las bases del partido. Esto es lo que ha transmitido la dirección del PSOE en la reunión del grupo parlamentario este martes en el Congreso.
A puerta cerrada, la dirección de Antonio Hernando ha comunicado a los suyos que se consultaría a la militancia sobre los acuerdos cerrados y puntuales con determinados partidos, con lo que se votarían varios puntos distintos. "Esto no es lo que nos dijeron en el Comité Federal", se quejaba un dirigente al término de la reunión.
De ser así, la consulta tendría que hacerse en los días previos a la investidura el 2 de marzo. Se habilitarán tres días para el voto electrónico y online en la plataforma de la página web del PSOE, y el último de esos tres sería el asignado para el voto en urna en las agrupaciones. Se baraja el 27 de febrero y dos días más tarde, el comité federal que deberá ratificar el resultado del referéndum a la militancia, el lunes 29 de febrero.
Los acuerdos
Las negociaciones entre PSOE y Ciudadanos han sido muy intensas en los últimos días, divididas de manera sectorial.
Especial importancia ha tenido la pareja Jordi Sevilla-Luis Garicano, que ha discutido durante horas los pormenores económicos del acuerdo. Entre los negociadores centristas ha causado una honda impresión José Enrique Serrano, un veterano fontanero socialista, jefe de gabinete de Felipe González y posteriormente de José Luis Rodríguez Zapatero. Las posturas no son del todo coincidentes en materia fiscal y de mercado laboral, pero podría alcanzarse la entente este miércoles, mientras que el acuerdo es total en materia de transferencia tecnológica. Sí que coinciden en rebajar el Impuesto de Sociedades, simplificando a la vez las bases del mismo, como se contemplaba en el programa electoral de la formación naranja.
Ciudadanos dará la batalla hasta el último minuto por lo que denominan el "pinchazo de la burbuja política" fundamentalmente la eliminación de las diputaciones provinciales, medida estrella del candidato Rivera que curiosamente lo fue también, cuatro años antes, del entonces líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. También por la sustitución del Senado por un Consejo de presidentes autonómicos y por la despolitización del CGPJ, otras de sus banderas electorales.