Andoni Ortuzar ha sido reelegido este domingo como presidente de la Ejecutiva del PNV durante la VII Asamblea General que la formación nacionalista está celebrando a lo largo de todo este fin de semana en Pamplona. De este modo, prolongará su mandanto otros cuatro años, después de que accediera al cargo en 2013 tras la renuncia al mismo de Iñigo Urkullu, que abandonó este puesto para ser candidato a lehendakari.
El mismo órgano político también ha designado a los otros ocho dirigentes del PNV acompañarán a Ortuzar en el denominado Euskadi Buru Batzar (EBB), y que serán Koldo Mediavilla, Mikel Burzako, Joseba Aurrekoetxea, Ana Esther Furundarena, Mireia Zarate, Kepa Aldama, María Eugenia Arrizabalaga e Iñaki Txueka, los cuales también han sido elegidos para formar parte de la dirección peneuvista para los próximos cuatro años.
Tras la votación, el presidete del EBB se ha dirigido a los delegados peneuvistas afirmando que a su formación política no le asusta "entenderse con Madrid", en referencia a posibles acuerdos de cara a la investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, como presidente del Ejecutivo central, "pero cada uno en su casa y desde su casa", al tiempo que ha mostrado su esperanza en que se abra en el Estado un escenario en que "hablar de todo sin tabúes", incluido el reconocimiento nacional del País Vasco.
Ortuzar ha mostrado su "lealtad total al partido y a Euskadi" y ha jurado dar "hasta el último de mis esfuerzos por la nación vasca" y ha incidido en que el PNV está "comprometido" con Navarra, quien debe sumarse al "tren del progreso" y "definirse por lo que es, ser sujeto de su propio destino... ser lo que los navarros quieran ser", ha indicado, para añadir que quiere para Navarra la "capacidad de definir su fututo", al igual que en el caso del resto de los territorios.
En este contexto, ha indicado que en el País Vasco se está en proceso de alumbrar un nuevo status que "reconozca en la ley lo que los vascos sentimos: que somos una nación sujeto de derechos políticos y que debe decidir libremente su futuro". "Un país de países, pero una nación sobre todo de personas. Una nación que estará parada mientras haya tantos parados. Que estará excluida si no incluye a los que tiene excluidos. Que estará cerrara si cierra sus puertas a los que vienen de fuera... nuestra patria es de carne y hueso pero nuestro proyecto político debe tener alma", ha argumentado.
Tras advertir de que "nos acercamos a una etapa complicada", ha indicado que la política española se encuentra en estado de 'shock' tras las pasadas elecciones generales del 20 de diciembre y muestra su "atrofia para asumir la pluralidad". "Nuestra posición es transparente. Nuestra prioridad es Euskadi. A Pedro Sánchez le hemos dicho que con nosotros tiene que hablar después, cuando clarifique su fórmula de gobierno y conozcamos el programa para su casa, España, y podemos ver como compatibilizarlo con nuestra casa, Euskadi", ha afirmado.
En este sentido, ha remarcado que "a partir de ahí", el PNV pondrá sobre la mesa la "agenda vasca: autogobierno, paz y convivencia y cambios para salir de la crisis" y el PNV definirá su disposición a colaborar en función "del grado de receptividad" a las propuestas peneuvistas.