El juicio del caso Nóos ha perdido un procesado y ha ganado una extensa declaración en su segunda jornada. El tribunal ha absuelto a Miguel Tejeiro, familiar de Diego Torres. El excontable del instituto que da nombre a la trama queda sin cargos después de que Manos Limpias haya retirado su acusación contra él por "estrategia procesal". Estaba acusado de cinco delitos de prevaricación, cinco de fraude, cinco de tráfico de influencias, cuatro de malversación, uno de falsedad, uno de estafa y otro de falsificación, el sindicato pedía once años de cárcel. En cuanto al testimonio, José Luis Ballester ha explicado "su verdad", que señala a Jaume Matas como principal responsable del desvío de fondos públicos desde el Gobierno de Baleares.
Pepote -sobrenombre de Ballester- se siente "utilizado" por Iñaki Urdangarín. Conoció al duque de Palma en una residencia para deportistas durante los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988, cuando competía en la modalidad de vela que le condujo al oro en Atlanta 96. Después accedió a la dirección general de deportes en las islas y, según su versión, Iñaki Urdangarín se aprovechó entonces de sus antiguos vínculos. En su papel de arrepentido, ha colocado dos nombres en la palestra. A Ballester no le cabe duda de que Jaume Matas ordenó la concesión de contratos a la trama eludiendo los mecanismos de control del dinero público. Urdangarín negociaría con ellos mientras jugaban al pádel en el palacio de Marivent.
Pequeño instrumento
"El objetivo era contratar a Urdangarín y todo lo que viniera de él. No tengo dudas de que la orden viniera de Matas", ha explicado Ballester ante el tribunal, puesto que "no se movía un duro” sin su consentimiento en el Gobierno balear. El expresidente de las Islas ha focalizado buena parte de la declaración de Pepote, que se ha referido a varios negocios presuntamente irregulares.
En primer lugar, un contrato por el que el Gobierno autonómico pagó 18 millones de euros al equipo ciclista Banesto en concepto de patrocinio. Tal y como ha detallado Ballester, Urdangarín habría ejercido de conseguidor gracias a su relación con los dirigentes de ambas instituciones. A cambio, el instituto Nóos recibió 300.000 euros para gestionar la "oficina de proyecto" de la operación. Por otro lado, el exregatista se ha referido a los convenios con Illes Baleares forum, un certamen que se habría celebrado para ocultar ingresos a favor del duque de Palma.
Pese a que estuvo presente en varias de las "infinitas veces" que se reunieron Matas y Urdangarín, José Luis Ballester se ha desvinculado del ilícito: “Mi trabajo estaba en el campo, detrás de los deportistas, no en justificar convenios que me habían impuesto”. Sí ha manifestado que, tanto el marido de la Infanta Cristina como su exsocio al frente de Nóos, Diego Torres, le llamaron en "sucesivas ocasiones para reclamar pagos", incluso con los trabajos sin finalizar. "Me he sentido utilizado por Urdangarín" para tener acceso al Gobierno de las Islas Baleares, “con el tiempo te das cuenta de que eres un pequeño instrumento”.
Al final de las cuatro horas y cuarto que ha durado el interrogatorio a Ballester, el abogado José Zaforteza ha dado pistas sobre la estrategia de defensa de su defendido, Jaume Matas. El representante ha centrado sus argumentos en la legalidad de de los contratos de Banesto e Illes Forum. Pepote ha concluido con un nuevo desmarque: "El 95% de las veces firmábamos en barbecho", es decir, sin saber qué firmaban, “siguiendo instrucciones”. Su labor consistía, como ha reivindicado en numerosas ocasiones, en "vestir el santo" o disfrazar negocios presuntamente irregulares.
Urdangarín y la Infanta
Mientras el interés judicial se centraba este martes en José Luis Ballester, la atención mediática ha recaído de nuevo sobre los duques de Palma. Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón han acudido juntos al polígono donde se celebra el juicio. La Infanta ha esbozado incluso una pequeña sonrisa a la entrada. De los 17 acusados que contestarán las preguntas de todas las partes, Urdangarín lo hará en el puesto decimocuarto y la hermana del rey en último lugar, con el 26 de febrero como fecha límite.
Mañana miércoles será el turno de Gonzalo Bernal. Cuando era director de la Fundación Illesport de Baleares tramitó la contratación presuntamente irregular del Instituto Nóos, por lo que está acusado de dos delitos de prevaricación, dos de fraude, dos de tráfico de influencias y uno de malversación. Podría ser condenado a entre 8 y 11 años de cárcel.