Y Manuela Carmena habló. La alcaldesa de Madrid llevaba una semana desaparecida mientras se sucedían las polémicas entorno a su delegada de Cultura, Celia Mayer: primero por la retirada de la placa en memoria de ocho carmelitas fusilados y, después, por la programación de la obra de títeres que acabó con dos miembros de la compañía en prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo.
Carmena anunció que el Ayuntamiento va a poner en marcha una investigación "profunda" para determinar "la responsabilidad del área" y "sobre cómo se hizo una labor de análisis y seguimiento sobre cuál iba a ser el contenido de este títere".
La alcaldesa reconoció que ella misma estuvo junto a Mayer revisando la programación del Carnaval. "Ha sido un error muy grave y tiene que haber una responsabilidad de las personas que no han hecho lo que debieron y tomaremos medidas en relación a esas posibles actitudes que no queremos que se vuelvan a repetir", dijo.
De esta manera, la responsable del consistorio madrileño evitó respaldar a la concejal de Cultura Celia Mayer. "A mí Celia me parece que es una concejal que por supuesto cuenta con mi apoyo, pero que es muy importante que veamos si efectivamente puede seguir, o desea seguir o es lo mejor que ella siga en este equipo. Si por el contrario vemos que los fallos no han residido en su actuación, sino en la de su equipo... todo eso lo tenemos que ver. Se trata de poner a las personas más adecuadas en los puestos más adecuados para hacerlo lo mejor posible", manifestó Carmena, que adelantó que el proceso de investigación será "tranquilo".
También desautorizó el tuit que Mayer envió esta madrugada anunciando la retirada de la denuncia. "Entiendo que ella [Celia Mayer va a mantener la denuncia], entre otras cosas [porque] las denuncias no se quitan, las denuncias están ahí". Además consideró que el "contenido de la denuncia está claro". Y es que esta denuncia se interpone por "incumplimiento de contrato" y "por la agresión a la sensibilidad del público infantil".
No obstante, Carmena calificó este lunes de "severidad" y de "rigor excesivo" las medidas judiciales contra los dos actores de la compañía Títeres Desde Abajo y añadió sobre la prisión sin fianza "que no es habitual en estos procesos" y "de una gravedad que sorprende".
La regidora -igual que antes hizo su formación Ahora Madrid o Ada Colau, entre otros- puso sobre la mesa la cuestión de la libertad de expresión y la "sátira y burla" propia del Carnaval aunque se trate de un montaje completamente "inadecuado" para niños. Citando en varias ocasiones al "debate social" creado en torno a la detención y la "incomprensión" de la decisión de la Justicia en algunos sectores, Carmena también destacó que en todo caso el Ayuntamiento "comprende, respeta y acata las decisiones judiciales".
Sobre la pancarta exhibida con la leyenda "Gora Alka-ETA", señaló que al tratarse de una representación "no puede entenderse que sea una expresión directa de ese llamamiento identificado con lo que ha sido la actitud de un determinado movimiento político como es ETA o como puede ser ahora el terrorismo yihadista".
La exjueza incidió que, sin obviar "el daño que ha causado al Ayuntamiento" el montaje, "absolutamente inadecuado" para niños, entiende que "la severidad de las medidas del juzgado de instrucción han tenido un rigor excesivo". Añadió que ese rigor se produce en "el marco de la libertad de expresión" en el que se desarrolla el Carnaval, con todo lo que tiene de "satírico, burlón y de ruptura de la normalidad de ese marco".
Carmena subrayó que el Ayuntamiento está "absolutamente dispuesto" a colaborar con la Justicia después de que se hayan enterado por la prensa de que la Fiscalía de Menores está inquieta por lo sucedido. "El Ayuntamiento está a disposición de la Fiscalía y del Juzgado de instrucción para colaborar con la Justicia", dijo.
Y reiteró su "perdón a todos los padres" que estuvieron en la representación de la obra y que se sintieron "incómodos" ante un "espectáculo deleznable para los niños".