El Ayuntamiento de Madrid no va a reponer los "vestigios franquistas" que retiró esta misma semana, en concreto, el monolito en recuerdo del Alférez Provisional, que se levantaba en el barrio de los Jerónimos, y la lápida al falangista José García Vara (Arrieta, 4).
Estas dos eliminaciones se produjeron sin que el consistorio hubiera comunicado a la Comisión de Patrimonio su decisión y sin que existiera algún marco normativo que avalara dichas actuaciones. No obstante, a pesar de que el Gobierno dirigido por Manuela Carmena reconoció este miércoles la necesidad de dotarse de un "instrumento jurídico" para llevar a cabo estas acciones, no piensa devolver estos dos vestigios a su lugar.
Así lo reiteró en varias ocasiones la portavoz del Ejecutivo municipal, Rita Maestre, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno. "Ante el hecho de que no está clara la aplicación de la Ley de Memoria Histórica se paraliza el proceso hasta que se desarrolle el plan para evitar errores nuestros o polémicas", insistió. "Este gobierno no se guía por las exigencias del PP", dijo al ser preguntada por la amenaza de denuncia por prevaricación que han hecho los populares. "No vamos a hacer ninguna actuación más hasta que no tengamos el marco normativo y el plan integral, hasta abril", repitió hasta tres veces seguidas.
El marco normativo lo elaborarán los servicios jurídicos del Ayuntamiento, junto con la Dirección General de Patrimonio, dado que "no existen reglamentos que desarrollen la Ley de Memoria Histórica", inaplicada por el Ayuntamiento de Madrid desde 2007. Dicho marco se combinará en el mismo plazo por lo anunciado por la delegada de Cultura y Deporte, Celia Mayer, en el pleno del 22 de diciembre, un plan integral de memoria histórica vinculado al callejero, que contará con "múltiples asociaciones" de memoria histórica. Su fecha de finalización será a finales de abril.
"Cuando tengamos esos dos marcos sobre los que movernos se pondrá en marcha entonces el proceso", enfatizó. Pero, mientras tanto, no volverán a hacer nada al respecto: ni quitarán más vestigios ni devolverán los eliminados antes de tener preparado dicho marco normativo.
Tampoco tienen pensado destituir a la responsable de Cultura, Celia Mayer, que justificó en reiteradas ocasiones ante la prensa la retirada de la placa en homenaje a ocho carmelitas fusilados, ubicada en el cementerio de Carabanchel Bajo y que pertenece a la iglesia San Sebastián Mártir. Minutos después de las declaraciones públicas de Mayer, los servicios jurídicos del consistorio le enmendaron la plana: señalaron que su retirada había sido un error y la placa fue repuesta este miércoles.
Tomó la palabra esta vez el delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, que estaba sentado al lado de la portavoz, para decir que se "(debería dimitir) cuando se encuentra un déficit patrimonial de 24 millones y no se explica (en referencia a la situación en la sociedad mixta Funeraria) o cuando aparece un contrato de arrendamiento al doble del precio de mercado y no se es capaz de explicarlo". Sánchez Mato dijo que le da "rubor" comparar esas situaciones "con algo resuelto en menos de 24 horas", la restitución de la placa de los carmelitas. "Los seres humanos somos imperfectos y cometemos errores", defendió por su parte Maestre. La edil definió como "una muestra de nueva política" detectar los "errores", dar explicaciones y repararlos.