Tras una primera jornada de negociaciones, el ya candidato a la investidura compareció contra todo pronóstico en el Congreso de los Diputados para dar cuentas de sus encuentros, desde las 16:30 horas con Coalición Canaria, Nueva Canarias, IU-Unidad Popular y Compromís. "Esto empieza bien", dijo Sánchez a los periodistas en una breve rueda de prensa en la que transmitió la "sensación" que él se lleva sobre la posibilidad de alcanzar el gobierno "progresista y reformista" que tanto ansía.
Visiblemente satisfecho, pero también acusando cansancio como pudo comprobarse al hablar de los "40 años que ha estado bloqueando el señor Rajoy sin hacer nada". Ante las risas de la prensa, corrigió rápidamente diciendo: "Disculpadme, es que ya...". Y contrapuso ese bloqueo a su sobreexposición mediática: "Yo llevo 24 horas y ya he demostrado que tengo una agenda intensa, ¿no?".
Sobre Rajoy, anunció que se verá con el presidente del PP y presidente del Gobierno en funciones a partir del lunes que viene, cuando "le pedirá que tengamos una reunión, a expensas de su agenda" y porque "respeto profundamente a los millones de españoles y españolas que le votaron el pasado 20 de diciembre". Una llamada que, sin embargo, no se producirá con las del resto de líderes políticos, desde los minoritarios hasta los más numerosos, que participan en la ronda de negociaciónes 'real' de Sánchez, del miércoles al próximo sábado y que concluye con el PNV.
Un encuentro, a la espera del sí de Rajoy, en el que no pedirá a Rajoy que se abstenga en una posible investidura del PSOE con Ciudadanos: "La verdad es que no me lo planteo, sinceramente" porque considera que en el PP "son bastante claros en sus declaraciones" de rechazo a esta posibilidad.
La pinza
Preguntado por la decisión de la Mesa del Congreso y la 'pinza' de PP y Podemos a favor de celebrar la investidura el próximo 16 de febrero, en apenas quince días, con el objetivo de recortar el periodo de negociación de Sánchez, el líder del PSOE rebajó el tono y se mostró compresivo, al menos en público: "Yo tiendo a ser bien pensado y comparto con el señor Iglesias su intención de que haya un Gobierno reformista y progresista, pero creo que las cosas se tienen que hacer paso a paso".
Unas negociaciones en las que ha explicado Sánchez que "hemos hablado mucho de política" pero no del asunto que verdaderamente ocupa todas las quinielas de Gobierno: "No hemos hablado de con quién sino de para qué". Esto es: sobre la base de esos "cuatro grandes retos" que figuran en el programa electoral del PSOE y que pasan por la creación de empleo, la lucha contra la desigualdad, la corrupción y la reforma constitucional del PSOE para resolver la crisis de convivencia en Cataluña.