El ministro de Asuntos Exteriores, Juan Manuel García -Margallo, no tiene claro que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pueda conformar una mayoría suficiente como para poder ser investido presidente del Gobierno. Así lo ha dejado ver este martes durante un acto en el Palacio de Viana en el que también ha estado presente el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y en el que se condecoraba a varios policías y guardias civiles por su trabajo en la frontera con Gibraltar.
"Veremos si Pedro Sánchez puede crear esa especie de camarote de los hermanos Marx en el que quiere convertir el Gobierno de la Nación", ha dicho el ministro de Exteriores al ser preguntado por las posibilidades de que el líder del PSOE consiga pactar un gobierno de izquierdas, tras lo que ha advertido que el PP estará al tanto para intentar conformar gobierno si Sánchez no puede configurar su "coalición heterogénea".
Como llevan haciendo desde hace más de un mes importantes dirigentes del PP, Margallo ha apostado por una gran coalición conformada por PP, PSOE y Ciudadanos y ha destacado que estos partidos coinciden en puntos esenciales como el modelo económico, el modelo de integración europeo o la lucha contra el terrorismo internacional. "Tendremos que hacer lo imposible para que esa coalición cristalice", ha dicho.
Precisamente, las discrepancias de Podemos con el resto de partidos relevantes sobre cómo afrontar el terrorismo internacional y las críticas del partido de Pablo Iglesias al pacto antiyihadista han hecho que el ministro se muestre preocupado con la posibilidad de que este partido pudiese obligar a Sánchez a romper con la coalición contra Estado Islámico: "Podríamos ser el primer país de los 66 que la componen en abandonar la coalición internacional".
García-Margallo ha criticado que los socialistas se hayan negado a dialogar con el Partido Popular, el partido que ganó las elecciones y que "tiene la llave de las reformas en el Congreso de los Diputados y en el Senado". Además, ha recordado que Pedro Sánchez está "corriendo en dos pistas", por un lado la de la presidencia del Gobierno y, por otra, la de poder mantener la Secretaría General del PSOE.