Carmena retirará dos placas dedicadas a Calvo Sotelo pero no sabe explicar por qué
Han comenzado a derribar los "monumentos franquistas" sin comunicarlo a Patrimonio, aunque Mayer insiste en que no se necesita ese requisito.
El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado a derribar los "monumentos franquistas" de la ciudad. Y lo ha hecho sin que la decisión de eliminar estos primeros vestigios haya sido aprobada por el Pleno municipal del pasado 22 de diciembre, tal y como reconoció este mismo martes la delegada de Cultura Celia Mayer. Tampoco se ha comunicado a la dirección general de Patrimonio autonómica.
Este mismo lunes, el consistorio madrileño tiró el monolito en recuerdo del Alférez Provisional, que se levantaba en el barrio de los Jerónimos, y la lápida al falangista José García Vara (Arrieta, 4), asesinado antes de la Guerra Civil. En los próximos días tenía previsto quitar dos placas dedicadas al diputado asesinado antes del inicio de la Guerra Civil, José Calvo Sotelo.
Sobre los motivos de la retirada de estas placas en homenaje a Calvo Sotelo se le preguntó de manera insistente a Mayer por parte de los periodistas convocados. La edil lo justificó "por una serie de informaciones técnicas" que tienen desde el área y siempre de acuerdo a la legislación. "Son varias informaciones técnicas, son muchos vestigios. Hay varios monumentos retirados porque el principal articulado de la ley tiene que ver con la represión y la violencia en la dictadura", declaró sin especificar ninguna de estas informaciones técnicas. Al ser preguntada de nuevo por los motivos de la retirada de las placas de Calvo Sotelo, asesinado antes la Guerra Civil, Mayer contestó que la ley "además recoge otras muchas aplicaciones que tienen que ver con el martirio para justificar la retirada de este vestigio".
Vamos, nada. Mayer no mostró ninguna de esas informaciones técnicas que justifiquen esa retirada. No obstante, con la misma contundencia se refirió a la decisión de retirar una placa conmemorativa del fusilamiento de ocho carmelitas, que se encontraba situada en la tapia del cementerio parroquial de Carabanchel Bajo, y que a última hora de la tarde el Ayuntamiento rectificó.
Es un cementerio de carácter privado, que pertenece a la Iglesia. No obstante, la placa es de titularidad municipal, aseguró Mayer. Es por ello que "no es necesaria ninguna autorización reglamentaria para proceder a su retirada", ni tan siquiera un decreto, enfatizó. Así, en ningún momento desde el Ayuntamiento comunicaron esta decisión al Arzobispado de Madrid o a la parroquia de San Sebastián Mártir, de la que depende este cementerio.
"Vino una furgoneta del Ayuntamiento y se la llevaron. No pidieron permiso ni comunicaron nada", señaló uno de los operarios del camposanto a este periódico.
Esta es la placa @eslatarde uUna vergüenza. Además está en un muro privado, así que ellos no deberían tocarla pic.twitter.com/Y1SJM20vHZ
— Jaimefmartos (@JaimeFM5) febrero 2, 2016
Fuentes del Arzobispado de Madrid, consultadas por LD, indicaron que su departamento jurídico está estudiando esta medida. En nota de prensa, el Arzobispado considera que "se trata de una confusión, pues supondría una inadecuada aplicación de la Ley de Memoria Histórica, dada la exclusiva condición de víctimas de los carmelitas, pacíficos testigos de la reconciliación a la que todos debemos contribuir".
Horas más tarde de las declaraciones públicas de Mayer, desde el Ayuntamiento se comunicó que repondría esta placa al haber sido retirada por error. Fuentes municipales explicaron que esta tarde se había celebrado una reunión del equipo jurídico del Ayuntamiento de Madrid, donde se determinó que la retirada de la misma, en el marco de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, había sido un error. Así, detallaron que la equivocación había sido en la transmisión técnica de la información sobre este asunto y que se va a proceder a su recolocación en este cementerio.
Un día después de esta decisión, el consistorio anunció que paralizaba la eliminación de estos vestigios hasta que se haya hecho un marco normativo que regule su eliminación. Prevén que esté listo a la vez que el plan general de Memoria Histórica, esto es, a finales de abril. Por tanto, estas dos placas dedicadas a Calvo Sotelo permanecerán, de momento, en su lugar.
La Comunidad estudia llevarlo a la Fiscalía
Por su parte, la dirección general de Patrimonio de la Comunidad de Madrid abrió diligencias para averiguar si procede expedientar al Ayuntamiento de Madrid por esta retirada de "vestigios franquistas", una actuación que remitirá a la Fiscalía si observa indicios de delito.
Fuentes del Gobierno regional recordaron que la Ley de patrimonio histórico marca que este tipo de actuaciones deben someterse a la consulta de la dirección general de Patrimonio autonómica, que a su vez puede someter el asunto a la consulta de la Comisión Local de Patrimonio Histórico. Más si cabe, argumentaron, cuando el elemento se encuentra en el entorno de una edifico catalogado y con protección.
Desde el Ayuntamiento no están de acuerdo: "Ninguno de los vestigios retirados son Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que no tienen que pasar por la Comisión de Patrimonio, por lo tanto, entiendo que ese proceso de investigación resulta frustrado", declaró Mayer, insistiendo en que todos los vestigios retirados y los que se van a retirar los próximos días son de titularidad municipal.
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