No afrontar con contundencia el desafío separatista catalán -y la mayoría conservadora que conforma el pleno del CGPJ- le ha costado la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al progresista Miguel Ángel Gimeno, de la asociación Jueces para la Democracia. En una votación que se preveía igualada, el órgano de autogobierno de los magistrados ha elegido a Jesús María Barrientos, hasta este jueves magistrado en la Audiencia Provincial de Barcelona y de apoyo en el Tribunal Supremo. El sector conservador del Consejo, afín al Partido Popular, le ha entregado sus 12 votos, de los 21 totales, en buena parte gracias a su carta de presentación.
Barrientos, con 31 años en la carrera judicial y adscrito a la asociación judicial Francisco de Vitoria, explicó en su plan de actuación ante el Consejo que el proceso nacionalista es "preocupante". Tanto que "si se verifica el escenario político de ruptura" las relaciones del TSJC con el Gobierno catalán estarían condicionadas, añadió el magistrado, "por los criterios de excepcionalidad propios de cada momento" ajustándose siempre "a la legalidad vigente". Quizás la nota más discordante entre el CGPJ y su antecesor Gimeno se remonte al manejo de la consulta del 9N, donde se encuentra imputado el expresidente autonómico, Artur Mas.
Sin cambios en Valencia
Si hay otro feudo especialmente sensible a la Justicia es Valencia. Existían dos opciones sobre la mesa, pero los jueces han optado por reelegir la opción progresista de Pilar de la Oliva. Se enfrenta a su segundo lustro al frente del órgano jurídico autonómico, doblegando en este caso con doce votos sobre 21 a un candidato polémico, Vicente Magro, presidente de la Audiencia Provincial de Alicante y exsenador del Partido Popular. El TSJ de Valencia sigue de cerca los nuevos escándalos de corrupción en la región como la denominada Operación Taula.
En cuanto al resto de cargos sometidos a votación, un cambio significativo en la presidencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo (de lo Contencioso-Administrativo) Manuel Sánchez Campos ejercerá como abogado general del Tribunal de Justicia de la UE y deja su puesto a Rafael Toledano, aupado por el bloque afín al Partido Socialista. Quien fuera secretario de Estado de Justicia con Alberto Ruiz-Gallardón, Fernando Román, ha forzado con su candidatura la abstención del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, por su estrecha amistad.
En la Sala Segunda del Tribunal Supremo (de lo Penal) asume la presidencia, con 16 votos a favor de 21 posibles, Pablo Llanera en detrimento de Joaquín Giménez García, que próximamente confirmará su jubilación. Al frente del TSJ de Castilla la Mancha continuará cinco años más Vicente Rouco, que con 18 votos a favor consolida su tercer mandato desde 2005. Desde esa misma fecha ejerce la presidencia del TSJ de Castilla y León José Luis Concepción, que ha sumado 15 votos para prolongar su mandato. En el TSJ de Andalucía tampoco se producen cambios al ser Lorenzo del Río el único candidato. Por último, la Sala Quinta del Tribunal Supremo (de lo Militar) tendrá otra vez a Ángel Calderón, de la Asociación Profesional de la Magistratura cercana al Gobierno.
Detrás de la votación
El Consejo General del Poder Judicial es el máximo órgano de autogobierno de la Magistratura. Está integrado por el presidente del Tribunal Supremo designado por los magistrados, ahora Carlos Lesmes, y por veinte miembros por un período de cinco años. De ellos, doce entre jueces y magistrados de todas las categorías judiciales a propuesta de las asociaciones, cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados y cuatro a propuesta del Senado, elegidos por mayoría de 3/5 entre abogados y juristas de reconocida competencia y más de 15 años en el ejercicio de su profesión.
Los componentes del este órgano forman en su conjunto el pleno. Entre sus funciones se encuentran, por ejemplo, la propuesta de nombramiento de los miembros del TC, los presidentes de las Salas del TS o los diferentes TSJ.