El Mundo dice esperanzado que "Sánchez rectifica y someterá cualquier pacto a los barones". Explica que César Luena "defendió" por la mañana "la autonomía de Ferraz y Sánchez lo corrigió por la tarde". Claro que eso fue ayer, a saber lo que dirá hoy. Dice el editorial que "a nadie se le escapa que Sánchez se inclinaba inicialmente por llegar a un acuerdo con Podemos y otras fuerzas políticas para formar un gobierno de izquierdas y dejar al PP en la oposición", pero en estas llegó Pablo y le paró los pies, que ese pastel no te lo vas a comer solo. Y a Pedro "le han empezado a surgir dudas". Lo raro es que no le hayan entrado sudores fríos, si vio la rueda de prensa. "Todo indica que el único dirigente que tiene capacidad para intentar un pacto para gobernar es ahora Pedro Sánchez, que puede moverse en dirección a Podemos, pero también hacia Ciudadanos". Claro, pero por mucho que se mueva hacia Ciudadanos no suma, lo que es como quedarse en el sitio. Anson, perro viejo en esto, le dice a El Mundo que no se haga ilusiones, que "Sánchez vencerá a los pesos pesados" del PSOE, que "son muchas las ovejas socialistas que balan ya al olor del pesebre cercano aunque haya que compartir el pienso con la voracidad podemita". Por mucho que Carlos Cuesta les avisa. "El plan" de Iglesias "es acabar con el PSOE (…) Quiere el predominio total en la izquierda". Y tiene una idea para detenerlos. Que "los partidos constitucionalistas refuercen su discurso, limpieza e imagen. Que aceleren su acercamiento y apertura a los electores. Que recuperen el liderazgo y confianza". Muy mono, Carlos. Seguro que con eso se frena el empuje del ejército podemita. ¿Y hay alguien más por ahí?
El País dice que "Iglesias tendrá que consultar a las bases y Sánchez a la dirección". ¿Iglesias consultar a las bases? Me parto y me troncho. "El PP y Ciudadanos abren una negociación para explorar vías de gobierno". Ah, pues entonces está todo chupado, sólo les falta sumar votos. A El País se le cuela hoy un profe podemita llamado Jordi García que llama "terrorismo verbal contra un gobierno de izquierdas" a las voces que se oponen al frente popular. Se queja de que "a Podemos se le suele imputar el populismo descarnado de aspirar al poder como sea porque, como todo el mundo sabe, el PP y el PSOE son actores políticos con decidida vocación de marginalidad e imperturbables ante la tentación del poder". Pero vamos a ver, señor García, ¿no venía Podemos a regenerar la política, a gobernar para la gente y todo ese rollo que nos vienen soltando hasta la extenuación? Ahora resulta que venían a hacer lo mismo que PP y PSOE, mira tú, qué pronto se os está viendo el plumero. "La pregunta está en si el PSOE prefiere mimar pacíficamente a su votante más conservador y envejecido o aspira a armar esa renovación de futuro con otras izquierdas, raras, a ratos ingobernables hasta retadoras, pero nacidas del relevo generacional, de la crisis económica salvaje y de la indecorosa gestión que el PP ha hecho en su mayoría absoluta". Algo así le dijo la serpiente a Eva para convencerla de que se comiera la manzana.
ABC ve "lío en el PSOE. Los barones imponen a Sánchez el control de los pactos de Gobierno". Estos pobres nunca tiran la toalla. Dice el editorial, inasequible al desaliento, que "la suma del PP, PSOE y Ciudadanos es aplastante y la inmensa mayoría de los ciudadanos se identificaría antes con esa gran coalición que con un gobierno decorativo presidido por Sánchez, manejado a su antojo por Iglesias, y con cesiones vergonzantes al independentismo extremista. El cambalache entre perdedores huele a fracaso". Hala Bieito, has dicho cambalache entre perdedores. Que Iglesias no vea nunca tu abrigo. David Gistau observa triste a la izquierda arrodillada ante Podemos porque "es el espacio en el que hay que estar para obtener la credencial sin la cual sólo se es Caverna". Que el PSOE es un cadáver pero todavía no lo sabe. "Podemos vació de contenido al PSOE, partido al que además macarrea como los chulos de esquina a los que perseguían Starsky y Hutch. Pero el votante socialista que no quiere dejar de estar en la escapada progresista buena se ha pasado a Podemos y pide a su PSOE que no resista más, que se deje disolver" como IU. Edurne Uriarte da ánimos, que falta hacen. "Si Sánchez gobierna con Podemos durará un año en La Moncloa, para garantizar, a continuación, una cómoda mayoría absoluta de la derecha". Un año. Vete tú a saber lo que queda de este país de aquí a un año. También Curri Valenzuela está muy ilusionada, pero por otros motivos. "El comité federal echará por tierra las pretensiones de Sánchez, algo de lo que están seguros en el PP gracias a sus contactos con otros dirigentes socialistas". Curri, un consejo, no hagas apuestas. Yo ya he perdido alguna.
La Razón también canta victoria antes de tiempo. "Sánchez se rinde a los barones del PSOE y someterá los pactos al Comité Federal". Marhuenda le canta las verdades a Pedro Sánchez. Que por mucho que te pongas, hijo, "la diferencia de votos entre las formaciones de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es poco más de 400 mil votos. Por tanto, los socialistas no tienen la fuerza que creen tener para imponer las condiciones de negociación". Que se dejen de chorradas los socialistas diciendo que "no es correcto" hablar de cargos cuando es lo único que importa. "Y algo más: Pedro Sánchez es un líder debilitado y Pablo Iglesias, no". Uf, qué paliza. Y lo malo, Pedro, es que es verdad.
Reyes Monforte aborda la bordería de Pablo Iglesias a la periodista Anta Romero. "Cuando Pablo Iglesias, borracho de un éxito que añora tanto como prevé, le espetó a una periodista 'precioso abrigo de pieles trae usted' por un momento creí que iba a decirle 'Exprópiese' como hacía su admirado Hugo Chávez". Por cierto, que se echa en falta la crítica de Ferreras. Con la lata que dio con Villalobos y las rastas.
La Vanguardia cuenta que "Colau impulsa un partido que aspire a la Generalitat". Hombre, que acaban de formar gobierno en Cataluña, tal y como está la cosa dentro de cuatro años cualquiera sabe. Tiene otra visión sobre lo que va a pasar en el PSOE. "Sánchez mantiene el rumbo hacia una investidura que divide al PSOE". Bueno, por lo menos nos vamos a divertir viendo cómo Pablo chulea y vapulea a Pedro. Eso no nos lo quita nadie. Otras cuantas humillaciones como la del viernes y nos despedimos del PSOE para siempre.