Por fin hubo contacto telefónico entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez sobre la propuesta de Gobierno que este viernes realizó al socialista el líder de Podemos y que tanta polvareda levantó desde el principio. Una charla que se ha producido después de que el líder del partido morado publicase en El País un artículo en el que advertía de que Sanchez aún no le había llamado.
Minutos después de que se diera a conocer este escrito, Pedro Sánchez llamó a Iglesias, pero éste no le contesto. Lo explicaba en Twitter el socialista: "He intentado contactar con Pablo Iglesias pero no ha sido posible". Tras un primer intento fallido, el líder socialista y el de Podemos han logrado hablar.
He intentado contactar con @Pablo_Iglesias_ pero no ha sido posible.Hablaremos en los próximos días de políticas progresistas,no de sillones
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) enero 24, 2016
Poco antes de las 21:00 horas, Sánchez volvió a descolgar el teléfono para llamar a Pablo Iglesias en una conversación que fuentes socialistas definen como "cordial", a pesar de que Pedro Sánchez "le ha mostrado su desagrado por la forma en que Podemos expresó su propuesta el pasado viernes". Desde la dirección federal del PSOE interpretan las palabras de Pablo Iglesias, quien, a juicio de los socialistas, "por encima de todo cree que lo importante es que haya un Gobierno de progreso".
En un texto conjunto que PSOE y Podemos han enviado para informar de la conversación, ambas formaciones explican que se han emplazado a "seguir hablando esta semana", pero el líder del PSOE ha insistido en "la necesidad de respetar los tiempos y esperar al mandato del Rey", es decir, que no iniciará negociaciones para intentar salir investido hasta que se lo pida el propio Felipe VI. Y en este sentido, ha expresado "su indignación por el uso partidista de las instituciones que ha hecho Rajoy". "Se puede dar un paso al frente o a atrás pero nunca al lado", ha dicho literalmente Pedro Sánchez.
Tal y como expresó en un tuit en las redes sociales, le ha recordado también la voluntad de que en esas conversaciones "se hable de políticas y no puestos" o "sillones" tal y como ha hecho el líder de Podemos a juicio del PSOE nada más llegar al Congreso; primero con la Mesa del Congreso, después con la constitución de los grupos parlamentarios y ahora, con la formación de Gobierno. En cuanto a Iglesias, el líder de Podemos ha insistido en la importancia de "no dilatar más el tiempo y trabajar para un gobierno progresista de cambio plural y proporcional". Un nuevo ejecutivo cuyos ejes de actuación para el líder de la formación morada pasan por "apostar por las políticas económicas redistributivas, por la plurinacionalidad y por el diálogo con las fuerzas que no comparten hoja de ruta con el PP".
El artículo de Iglesias en 'El País'
La llamada se ha producido minutos después de que Pablo Iglesias publicase en El País un artículo titulado "El gobierno del cambio", en el que desgranaba la propuesta que este viernes realizó al PSOE y añadía que no había logrado "hablar con Sánchez aún, pero espero, de corazón, que se permita estar a la altura".
El líder de Podemos metía presión a Sánchez diciendo que "no hay tiempo que perder ni que regalar a los que se aprestan a sugerir que, prescindiendo si hace falta de Sánchez y Rajoy, una gran coalición del PP, el PSOE y Ciudadanos podría ser viable. Frente al plan restaurador de los inmovilistas, el momento requiere esa l’audace, encore de l’audace, toujours de l’audace por la que Danton pasó a la historia".
Declaraciones que hacía el de Podemos en el mismo diario que veinticuatro horas antes le criticaba por haber puesto a Sánchez en una situación imposible y que sugería, precisamente, un pacto con Ciudadanos.
En el editorial de El País titulado Penoso escenario, lamentaban que Iglesias intentara "romper el tablero" utilizando al Rey "como frontón" y tachaban su oferta de "burdo caramelo envenenado", como antes habían hecho muchos socialistas en público y en privado. En el texto, Iglesias también aprovecha para azuzar la división que vive el PSOE en torno al pacto con Podemos, animando a las "bases" a pactar en contra de lo que quieren otras estructuras del partido.