Pese a que en privado dirigentes de Ciudadanos ven, y con preocupación, la opción de Pedro Sánchez presidente con el apoyo de Podemos y el PNV como la más posible, Albert Rivera no se resigna en su intento de lograr un acuerdo a tres con PP y PSOE. El líder de Ciudadanos le ha transmitido al rey Felipe, durante un encuentro de más de una hora y media celebrado este jueves por la tarde, veinticuatro horas antes de que desfilen por La Zarzuela Pablo Iglesias, el secretario general del PSOE y Mariano Rajoy, su intención de intentar acabar con la "guerra fría" que a su juicio separa a los dos grandes partidos.
El líder centrista ha realizado su particular interpretación del designio de las urnas el pasado 20 de diciembre, asegurando que es preciso "recoger los dos guantes que nos han lanzado los españoles: cambio, porque está claro que España ha votado cambios, entre otras cosas a dos formaciones nuevas con casi nueve millones de votos, y España también ha votado diálogo, porque si no le hubiera dado la mayoría absoluta a alguno de los partidos que nos presentamos".
Un designio que Rivera intenta contentar haciendo de mediador entre las dos grandes fuerzas, como ya ocurrió en la negociación que desembocó con el socialista Patxi López como presidente del Congreso, aunque reiterando, como hizo durante la campaña, que no le dará un sí a ninguno de los dos principales candidatos a presidir el Gobierno: "Le he transmitido al Rey que nosotros no tenemos la voluntad ni vamos a apoyar a ninguna de las candidaturas que están encima de la mesa, la del señor Rajoy y la del señor Sánchez, que estaremos haciendo una oposición responsable, pero que sí que estamos dispuestos a que se pueda desencallar el bloqueo institucional al que la guerra fría entre PP y PSOE nos conduce. Una guerra fría que hace que ni el PP ni el PSOE sean capaces, de momento, de tener la generosidad y el sentido de Estado que merece el momento".
Rivera, por tanto, sigue abogando por apuntalar un gran acuerdo en el que podría entrar, ademas de reformas como la ley electoral, la apertura de la reforma constitucional. Podría porque el líder de Ciudadanos considera que es un escenario impensable si no se logra sumar al PP a la modificación del texto constitucional por la que el partido naranja aboga en los términos que fijó el Consejo de Estado en 2006: "Ciudadanos está de acuerdo en que se pueda abordar una reforma de la Constitución, pero sabiendo qué queremos, no simplemente abriendo una comisión sin rumbo y sin proyecto. La base tiene que ser una comisión de expertos y tomar como base el informe del Consejo de Estado". Aunque siempre, ha matizado, con el consenso del primer partido del Congreso: "Si el PP no mueve ficha, no hay mayorías cualificadas posibles en ese cámara" ha sentenciado.