Un 6 de marzo de 2015 el "dedo divino" de Mariano Rajoy se posaba sobre la entonces delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, para ser la candidata del PP a la Comunidad madrileña, en sustitución de Ignacio González. Algo que, aseguró Cifuentes, no buscaba.
Meses antes, se había especulado sobre su candidatura a la alcaldía en sustitución de Ana Botella. Una posibilidad que se hizo más probable, tras la retirada de la propia Botella. Al ser preguntada entonces por su ambición política, la respuesta de Cifuentes fue inequívoca y siempre la misma: "Quiero permanecer en la Delegación del Gobierno".
Un deseo que no se materializó al ser designada como candidata a la Comunidad, mientras Esperanza Aguirre era la elegida para la batalla en el ayuntamiento de la capital. Cifuentes cumplió al ganar las elecciones y conseguir formar gobierno con el apoyo de C's. Ahora, 6 meses después de su investidura, como suele acontecer en política, han pasado muchas cosas y otras tantas han cambiado.
Las elecciones del 20-D han dejado a España en una situación de bloqueo. El PP de Mariano Rajoy, muy lejos de la mayoría, no tiene los diputados suficientes para formar Gobierno con el apoyo de Ciudadanos. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, descarta la gran coalición junto a Rajoy y Rivera, mientras es presionado por los barones de su partido para no pactar con Podemos y los independentistas.
Con este panorama, aparece la figura política de un candidato de consenso que encadile a los militantes del PP y que sea bien visto por los socialistas y la formación de Rivera… Llega el turno de Cristina Cifuentes.
Su mandato en la Comunidad de Madrid ha sido hasta el momento corto, pero muy intenso. Su Gobierno ha apostado por la regeneración democrática y por la llamada "política social", requisito para que C's mantenga su gobierno. Todo ello sin "gallardonear" en exceso para no perder a los votantes de siempre, muchos de ellos "aguirristas". Cifuentes aúna en su perfil la renovación del PP y el futuro sin estridencias.
En este punto, el entorno de Cifuentes la anima a que sea la alternativa a Rajoy para desatascar el Gobierno de la Nación. Hasta el momento, la protagonista ha expresado rotunda su voluntad de "permanecer en la Comunidad de Madrid", como ya hizo antaño cuando era delegada del Gobierno. ¿Viviremos un déjà vu y volverá a ser designada candidata sin querer serlo? Cifuentes o el tiempo lo dirán.