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Rivera descarta sumar con Podemos

El líder de Ciudadanos deja clara su distancia antagónica con Iglesias y advierte a Sánchez para que no permita cuatro grupos distintos de Podemos

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, este viernes en el Congreso | EFE

Ciudadanos no sumará sus votos a un acuerdo que incluya a Podemos, como este jueves sugirió Pedro Sánchez desde Lisboa y el líder de IU, Albert Garzón, tras recoger su acta de diputado. Curiosamente, ese mismo día el dirigente de la formación morada Iñigo Errejón dejaba claro, como informa Miriam Muro, el sentimiento recíproco de distancia con los centristas: "Hay cuestiones sobre las que me resultaría difícil ponernos de acuerdo. No les hemos oído hablar, por ejemplo, durante toda la campaña, sobre rescate ciudadano, sobre que no se le corte el agua o el gas a las familias o sobre garantizar que revertimos las privatizaciones o los recortes. Me resultaría extraño que ahora se pusieran de acuerdo con eso". Un sentimiento que Albert Rivera ha dejado claro este viernes, en una rueda de prensa con el diputado Miguel Gutierrez, encargado de las negociaciones para constituir la mesa del Congreso, celebrada después de la primera reunión de los cuarenta diputados naranja.

El líder centrista deja claro que Pablo Iglesias no es ni puede ser su aliado, y no sólo por su apuesta por un referéndum de secesión para Cataluña. "Estamos intentando todos que Podemos no sea Podemos, pero Podemos es Podemos" ha afirmado con sorna Rivera, quien ha reiterado que no negociará con quien cuestione la soberanía nacional. Preguntado por las palabras de la líder de Compromís Mónica Oltra, quien en declaraciones a la Cadena SER abría la puerta a que Podemos postergase su pretensión del referéndum de autodeterminación, Rivera ha recordado que recientemente los representantes de las mareas gallegas han insistido en que es una condición: "Quieren la autodeterminación para Galicia, por si no teníamos poco con la de Cataluña". Pero además, y en una aclaración hasta el momento menos escuchada de su boca, ha asegurado que muchas otras cuestiones esenciales en política le separan de Iglesias y los suyos, entre las que ha citado "la economía de mercado, el estado del bienestar, el pacto del euro". Centrado en el último aspecto, Rivera ha dicho: "Yo puedo pensar como negociamos los límites de déficit con el euro, pero lo que no puedo decir es que no pago la deuda". Ciudadanos, en un aspecto poco publicitado de su filosofía económica, defiende la reforma del artículo 135 de la Constitución pactada en 2011 entre el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y el PP, como en alguna ocasión ha explicado el hoy diputado Francisco de la Torre. Una reforma que es una de las bestias negras de la formación lila.

Que el PSOE no conceda a Podemos lo que le negó al PSC

Otro de los aspectos en los que Rivera se ha mostrado inflexible es en la pretensión de Pablo Iglesias de constituir hasta cuatro grupos parlamentarios diferentes, algo que entre otras cosas mejoraría notablemente las subvenciones públicas que recibirían. En ese sentido ha vuelto a argumentar que es un fraude parecido al que él mismo podría cometer dividiendo su representación en "Ciudadanos de Madrid, Ciudadanos de Cataluña o Ciudadanos de Andalucía". Además, Rivera ha querido trasladar la pelota al tejado de Pedro Sánchez, al que ha interrogado públicamente acerca de si permitirá a los grupos asociados a Podemos lo que los socialistas siempre le han negado al PSC: "A ver si ahora lo que no hizo con el PSC lo va a hacer con la Marea, con Barcelona en Comú o con Compromís. Sería paradójico ver al PSOE romper toda su tradición en esta cámara para defender los intereses de Podemos o sus plataformas independentistas".

Reunión entre Rivera y Sánchez

Por otro lado, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, han mantenido en la tarde de este viernes su primera reunión después de las elecciones generales. Ambos líderes han hablado durante una hora sin avisar a los medios en un lugar de Madrid que ninguno de los dos partidos ha querido precisar y han abordado la situación creada tras los comicios y, principalmente, lo que afecta a la composición de los órganos del Congreso de los Diputados.

Sánchez se ha comprometido a hacerle llegar a Rivera en un plazo de 72 horas el nombre del diputado socialista que aspirará a presidir el Congreso. Poco antes, en una rueda de prensa posterior a la primera reunión del grupo parlamentario naranja, Rivera pedía conocer cuanto antes los nombres de quienes aspiran a ocupar la presidencia de la cámara baja, la tercera institución del Estado. El líder centrista insiste en que quien ocupe el cargo sea de un partido político distinto al del Gobierno, por lo que Ciudadanos plantea que si finalmente se forma un nuevo Ejecutivo y es del mismo color político, el presidente del Congreso renuncie, algo que se pactaría previamente, para dejar paso a un diputado de otro grupo.

Desde el día después de las elecciones, Rivera ha insistido en que es al PSOE a quien corresponderá la responsabilidad de que la legislatura eche a andar. Ciudadanos se comprometió en campaña a abstenerse para facilitar que gobernase la lista más votada y cuatro días después de la cita con las urnas Rivera propuso un pacto a tres con populares y socialistas para preservar la unidad de España, amenazada por el referéndum secesionista que plantea Podemos, e impulsar las reformas que los centristas consideran fundamentales para modernizar España. Alguna de ellas, como la supresión de las diputaciones provinciales, fue duramente criticada por Sánchez durante la campaña electoral, donde también se empleó a fondo en descalificar las principales medidas económicas de Ciudadanos.

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