Pablo Iglesias quiere dividir al PSOE entre los "sensatos" y "los que están con el PP"

En un texto escrito el pasado mayo en New Left Review, titulado "Comprendiendo Podemos", Pablo Iglesias ya mostró que su intención era arrinconar al PSOE y conseguir que su formación fuera hegemónica en la izquierda. "Tenemos que trabajar hacia un plebiscito que simplifique las opciones políticas dentro de una elección entre el PP y Podemos", decía entonces, y parece que el líder de Podemos se está tomando muy en serio este objetivo.

Este sábado reunía en la sede del partido en la calle Princesa de Madrid a la dirección de su partido para marcar la hoja de ruta de Podemos en este nuevo año. Ataviado con una camisa blanca y una corbata granate, Iglesias ha tomado la palabra en primer lugar para leer su informe político sobre la situación de la formación, sus resultados, y los escenarios que se abren tras los comicios.

Tras repasar los dos años de vida de Podemos, Iglesias se ha centrado en ahondar en la grave división interna del PSOE. El de Podemos ha insistido en numerosas ocasiones en mostrar a los socialistas como un partido dividido en dos, un escenario que favorecería a los del partido morado para arrinconar a un PSOE roto a nivel interno y para mostrarse como el único partido de izquierdas "unido y con fuerza para ganar al PP". Iglesias, incluso ha invitado a un sector socialista a acercarse a Podemos y romper con el ala "inmovilista" del PSOE, encabezada por Susana Díaz.

Los dos PSOE

Romper el PSOE es su primera batalla. Por ello, durante su discurso ha intentado que cale el mensaje de que, ahora, existen dos PSOE. Por un lado, según Iglesias, estaría el que "comparte hoja de ruta con el PP, con Ciudadanos y con el bloque inmovilista", sector encabezado por Susana Díaz y por otros barones socialistas como los presidentes autonómicos de Extremadura, Guillermo Fernández Vara o el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

Y, por otro, los socialistas "sensatos", que "quieren avanzar", pero "a los que por desgracia no les dejan abrir la boca". Según Iglesias, este bloque "sensato" es el que "entiende España": "Entienden que fue un error la reforma laboral de 2010, la reforma del 135...." y "tienen que entender que el hecho de que haya expresidentes y exministros en consejos de administración es un error". Según su opinión, son estos socialistas los "que entienden que la unidad de España se tiene que ganar por vias democráticas y no desde la imposición y desde la torpeza inmovilista". A ellos, ha "tendido la mano" para futuras negociaciones y les ha pedido que manifiesten "de qué lado están", tratando de acercarlos a Podemos y alejándolos del sector liderado, según Iglesias, por Susana Díaz.

El PSOE defendía el referéndum

Durante su discurso, Iglesias también ha indicado que "hasta hace dos años", el PSOE hablaba de una "consulta pactada en el territorio catalán", y ha puesto como ejemplo al exministro socialista de Justicia, Francisco Caamaño, quien hace unos años defendía que el articulo 92 era "una vía perfecta" para una consulta. Según el de Podemos, que también ha citado a Chacón y a Rubalcaba como impulsores de la consulta, ahora, este sector socialista que defendía el referéndum, "se ha dejado abducir por los sectores más intransigentes del inmovilismo".

Tras ello, ha repetido que desde Podemos "claro que defienden" el referéndum en Cataluña, aunque no lo ha querido llamar "línea roja". Para Iglesias continúa siendo una de sus condiciones, aunque ha advertido que "en estos momentos" hay otras "prioridades" como una "Ley de emergencia social", o acabar con políticas del PP como la reforma laboral o la LOMCE.

Su intervención, que ha durado casi una hora, se ha cerrado con Iglesias planteando los diferentes escenarios electorales que, a su juicio, se abren en estos momentos. En primer lugar, "la gran coalición", entre PP, PSOE y C's, que ha rechazado. Iglesias ha establecido una preferencia clara por su segunda opción: una fórmula para que no gobierne el PP, y ha apelado al sector "sensato" socialista para llevarla a cabo. Tras ello, también se ha referido a unas nuevas elecciones, escenario que no ha descartado.