El cisma de Sabadell (la asamblea que acabó en empate a 1.515) se agudiza y amenaza con desmembrar a la formación antisistema. La diputada Anna Gabriel, cabeza visible del no a Mas, guarda silencio de momento mientras que otra parlamentaria, Elulàlia Reguant, admite que la CUP corre el riesgo de escisión. Pero de mucho más calado son las advertencias de Josep Manel Busqueta, exasesor personal de Chávez, pastelero y economista que recomendó al que fuera presidente venezolano que ampliara el número de nacionalizaciones. Busqueta es un dirigente respetado, un "pata negra" de primera hora, a diferencia de Antonio Baños, que ni siquiera milita en la CUP sino en el "Súmate" de Gabriel Rufián, y partidario de investir a Mas.
En declaraciones a un medio digital independentista de Mallorca, dbalears, el diputado Busqueta afirma que "la solución que adopte el 'consejo político' no puede satisfacer a nadie. Llegados a este punto, la presidencia de la Generalidad es irrelevante. (...) Lo que la militancia de la CUP debe tener claro es que la investidura o no investidura de Mas para una legislatura que ya nace tocada de muerte y que tendrá un difícil recorrido es un hecho irrelevante desde la perspectiva de lo que nosotros somos y de lo que queremos ser".
Busqueta declara en la entrevista que Mas está rodeado por un "cordón sanitario" debido a la corrupción y los recortes y que con él es imposible "ensanchar la base del proceso". También juzga insuficientes los resultados del pasado 27 de septiembre. "Tenemos que ganar por más del 50%", asegura.
A todo ello se añaden los mensajes en "twitter de Xavier Monge , que no sólo ha cerrado su cuenta tras arremeter contra Artur Mas y contra el proceso separatista. Ha dejado también su puesto en el "secretariado nacional". Ferran Carbonell, a quien se considera contrario a la investidura del presidente en funciones de la Generalidad, ocupará su asiento.
Los mensajes de Monge encontraron eco en Josep Garganté, uno de los tres concejales de la CUP por Barcelona, que tuiteó dos andanadas contra Mas y "Junts pel Sí". La primera: "Nunca habría pensado tanta gente arrodillada por el chantaje de un solo hombre. Como siempre, es más fácil disparar contra el de abajo que contra el de arriba".En el segundo Garganté alude a que en la asamblea de Sabadell se informó de que los negociadores de "Junts pel Sí" se negaron a que se grabaran las reuniones. Garganté se preguntaba: "¿Curioso, no? Y nadie lo ha filtrado".