Pedro Gómez de la Serna mantiene su carnet de militante, pero de momento no formará parte del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados. Mientras el histórico del PP se hacía la foto como nuevo diputado, el Comité de Derechos y Garantías se reunía en la sede nacional para abordar su caso y optaba por una solución "intermedia" entre la "drástica" decisión de expulsarle y limitarse a ratificar la apertura de expediente, cosa que se daba por descontada. Francisco Molinero ha sido nombrado instructor interno del caso.
Así, Mariano Rajoy gana tiempo a la espera de decidir qué hacer con Gómez de la Serna, al que se le presuponen importantes servicios para Génova y que "no está imputado ni ha cometido ningún delito", tal y como se encargan de remachar aún hoy en el PP. En todo caso, la presión para que se hiciera a un lado fue enorme tanto en campaña como una vez se constató que el partido lograba el segundo escaño por Segovia. Pero De la Serna no ha dudado en resistir, bajo la tesis de que es víctima de un "linchamiento", informa Pablo Montesinos.
En ese contexto, con portavoces autorizados clamando porque De la Serna no recogiera su acta de diputado -cosa que hizo este martes en la más absoluta soledad-, en Génova optaron por forzar su marcha al Grupo Mixto, pero cautelarmente. "El Comité de Derechos y Garantías ha acordado proponer al Grupo Popular su no adscripción como medida cautelar", informó el PP en un breve comunicado. Inmediatamente, la dirección del mismo emitió otro escrito público haciendo suya la decisión de Génova, aunque matizando que dicha situación podría variar dependiendo del dictamen final del Comité que dirige Alfonso Fernández Mañueco.
El PP también decidió aceptar la baja de militancia de Gustavo de Arístegui, que a diferencia de De la Serna se apartó una vez estalló el escándalo político.