Este lunes, al Ayuntamiento de Madrid no se le ha ocurrido otra cosa que difundir una noticia falsa para celebrar el día de los Santos Inocentes. Se trata de una iniciativa que no es más disparatada que otras muchas del consistorio de la señora Carmena por lo que seguro que muchos madrileños se la habrán creído.
El bulo consistía en que las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau, se intercambiaran de forma simbólica el bastón de mando de sus respectivas ciudades dentro del proyecto piloto "Alcaldías Rotativas". Así, durante dos semanas Colau sería la regidora de la capital y Carmena de la Ciudad Condal. El intercambio se concretaría en los primeros meses de 2016. Durante ese tiempo las ediles tendrían tiempo de conocer los equipos, los mecanismos de participación de cada una de las ciudades y harían visitas a algunos de sus barrios.
La inocentada ha contado con la complicidad de las dos alcaldesas, de forma que Manuela Carmena ha asegurado que dedicaba estos días a introducirse en el estudio de la lengua y cultura catalana de la mano de la concejala, Inés Sabanés, nacida en Cubells. Además, Carmena añadía que había comido canelones el 26 de diciembre (costumbre catalana para celebrar San Esteban). Por su parte, Ada Colau decía estar encantada de haber degustado las madrileñas gallinejas.
Un montaje al que ponía fin el Ayuntamiento de Madrid que daba por bueno el bulo hasta el mediodía, cuando desmentía la información. Pero ya les digo que hasta ese momento quienes hubieran leído la noticia del intercambio entre Carmena y Colau se lo podrían haber creído perfectamente, porque motivos tienen para ello. Esta iniciativa, en caso de haber sido cierta, no es menos creíble que algunas de las ya famosas Carmenadas: poner a las madres a limpiar los colegios de sus hijos, a los universitarios a barrer las calles de la capital y, más recientemente, pretender que los niños recogiesen las colillas para colaborar en la limpieza de Madrid. Ninguna de ellas eran inocentadas, aunque lo parecieran.