En El Mundo, Santiago González empieza a despedir al PP. "De nada sirve el bálsamo lenitivo de 'el PP ha ganado las elecciones'. Si no se puede gobernar es como haberlas perdido". Y Pedro Sánchez "querrá establecer más temprano que tarde un acuerdo universal para echar al PP". A Rivera le zurra bien la badana. "Ha cometido dos errores graves. El primero arrinconar el asunto que le había dado notoriedad y justa fama: la crisis del Estado propiciada por el secesionismo catalán. El segundo que él, o César o nada, en ningún caso ayudaría a la gobernabilidad votando PP o PSOE. No supo entender que sus votos venían en buena parte del PP, que sus relaciones eran vasos comunicantes y que los populares ansiosos de castigar a Rajoy, no lo estaban tanto como para empujar a Sánchez a la Presidencia. Los resultados han venido a satisfacer sus deseos: no tendrá que pronunciarse a favor de ninguno de los dos partidos tradicionales porque sería perfectamente irrelevante".
Victoria Prego está desolada. "El resultado de las elecciones dibuja un panorama con dos fuerzas a derecha e izquierda con casi idéntica representación en escaños, lo que otorga de nuevo a los partidos nacionalistas el poder de decisión". Estarán tronchándose de risa. "Rajoy tiene muy, pero que muy difícil aspirar a seguir en el palacio de La Moncloa", que no se haga ilusiones. La gran "revelación" ha sido Podemos. "Le ha ganado la partida al Partido Socialista y la formación de Pedro Sánchez está condenada a seguir la senda de Podemos". "Estamos como siempre estuvimos pero en mucha peor situación". Así que se apunta a un imposible para salir del engorro. "Un acuerdo de gobierno en entre el PP y el PSOE". Erre que erre con que esas cosas pasan en Europa y tal y pascual para al final reconocer que lo que no puede ser, no puede ser. "Para el PSOE esta posibilidad es algo parecido a una blasfemia para un creyente. Es, pues , obligado descartar esa posibilidad, sobre todo cuando el PSOE acaricia ahora mismo la oportunidad de presidir el Gobierno de España. No importa al precio de qué cesiones ni con el riesgo de qué compañías". ¿Y cuándo le ha importado?
En ABC, Bietio Rubido pregunta qué queremos ser, Alemania o Portugal. Me temo que Portugal queda más cerca. "Nos enfrentamos de nuevo a la disyuntiva de escoger una gran coalición a la alemana o un pacto de perdedores a la portuguesa". Y todo pende de "un arrebato de sensatez y patriotismo por parte del PSOE", Dios nos pille confesados. Isabel San Sebastián no se hace ilusiones. "España ha virado a la extrema izquierda" y "salvo milagro de sensatez socialista será investido presidente Pedro Sánchez previa coalición de perdedores". "La experiencia demuestra que el PSOE de Sánchez estará dispuesto a lo que sea con tal de ocupar el poder". En cuanto a Albert Rivera destaca que "ha sufrido los ataques constantes de un PP incapaz de identificar a su verdadero adversario y pagado un precio altísimo por su ambigüedad irresponsable, así como por su obsceno colegueo con Iglesias durante la campaña". Parecían Zipi y Zape.
Gabriel Albiac, que se aleje de los puentes. "Ayer triunfó el bolivarismo pro-iraní de Podemos: lo peor. La unidad de las tres fuerzas constitucionales -PP, PSOE y C's- debería imponerse como garantía. De no ser así, Cataluña puede proclamar su independencia mañana mismo. Sin un gobierno de unidad nacional, España se adentrará en el suicidio de la precariedad y las nuevas elecciones. Un desastre".
En El País, Javier Ayuso también ve complicado lograr una investidura porque "no hay ningún ganador claro". "Es la hora de la aritmética; de sumar y restar para ver quién es capaz de conseguir los votos". Y pone todas la opciones sobre la mesa, sin olvidarse de la alemana. "Se ha planteado siempre como imposible. PP y PSOE no pueden consensuar un gobierno pues sería suicida para ambos, dicen los expertos. Pero con esos resultados y un cambio constitucional de por medio, ¿por qué no pensar en lo imposible?". Íñigo Domínguez dice que la que nos espera. "La campaña ha sido una broma en comparación con lo que se avecino". Y se acuerda mucho de Alfonso Guerra. "Parecerá mentira, pero quizá también empiece a pasarnos como a los italianos, que envidiaban el bipartidismo, tan práctico y sencillo". Pues no te digo que no.
En La Razón Julián Cabrera ve venir una pesadilla. "El cuatripartito pacto de todas las izquierdas y muy conocido en nuestra España territorial asoma de forma clara y precisa (...) Desde hoy se juega el auténtico partido y éste debe ser el de cuajar un gobierno estable y un panorama institucional creíble". Pero se temen lo peor. "Podemos, PSOE y un bloque de izquierdas para formar gobierno es a estas horas, una opción que no puede descartarse". Y Rajoy sin amiguitos con los que pactar, por qué será. Y para uno que le sale se lo cargan.