El ministro Íñigo Méndez de Vigo es un gran aficionado a las carreras de caballos. Miembro de la aristocracia española, es Barón de Claret, tiene su propia cuadra, que toma el nombre de su título nobiliario y compite en las carreras con un ejemplar llamado Alaraz, que en la presente temporada le ha reportado unos 26.000 euros en premios, pese a haber ganado sólo una carrera este año. Según la opinión de algunos entendidos, Alaraz no es precisamente un gran caballo, pese a que se esperaba algo más del animal del ministro. Es más, cuando arrancó la temporada, Alaraz fue uno de los favoritos, dado que era el potro del ministro. La llegada de Méndez de Vigo al ministerio fue saludada con entusiasmo por los aficionados a las carreras ya que, según cierto consenso, ha sido el artífice del regreso de la competición, paralizada durante el último año.
Los aficionados, llamados coloquialmente "turferos", estaban deseosos de que los caballos volvieran a los hipódromos para poder disfrutar de las carreras y las apuestas, alma de este deporte. Al conflicto que ha mantenido paralizada la competición se le ha llamado desde los medios especializados "guerra civil" y se remonta a comienzos de la presente década. Todo comenzó con algunos problemas financieros del regulador de las carreras, Sociedad de Fomento de la Cria Caballar de España (SFCCE). Una abultada deuda, la declaración de concurso de acreedores como condición para aprobar un plan de pagos, una disputa por los derechos de imagen y, finalmente, las maniobras de Íñigo Méndez de Vigo a su llegada a Educación construyen un complicado entramado de intereses que ha terminando con la defenestración del regulador SFCCE y con la creación en tiempo récord de otro que, curiosamente, está comandado por gente del entorno del ministro. Finalmente, éstos controlan las carreras.
Las maniobras de Méndez de Vigo
El 26 de junio de 2015, Íñigo Méndez de Vigo sustituye a José Ignacio Wert como ministro de Educación. Preocupado por las carreras, una de las primeras decisiones que toma al llegar al puesto fue la de "solucionar" la parálisis del turf. Para hacerlo era necesario un regulador. La estrategia pasó por defenestrar al que venía organizando las carreras de caballos (SFCCE) y montar un regulador privado alternativo al que darle plenos poderes.
Para lograr este objetivo, por un lado cerró todas las puertas a la SFCCE impidiéndole regular las carreras de caballos y, por otro, dio plenos poderes a un regulador alternativo recién creado (Jockey Club Español, JCE) para que regulara las carreras de caballos en España.
Para que el JCE pudiera iniciar su actividad, básicamente, necesitaba el visto bueno del Ejecutivo y, lo más importante, que los reguladores franceses dieran su aprobación, ya que si la competición española tiene la frontera cerrada con Francia -meca de las carreras de caballos- la competición española estaría condenada a la desaparición (al no poder competir en Francia).
El JCE contaba, evidentemente, con el visto bueno del Gobierno. En una reunión celebrada el 11 de agosto en el Consejo Superior de Deportes, el ministro Méndez de Vigo, dejó claro que las carreras correrían a cargo del Jockey Club Español. Según las actas de la misma, a las que ha tenido acceso Libertad Digital, el ministro dijo: "Quiero tener un recuerdo muy especial para SFCCE que durante muchos haños ha hecho una grandísima labor pero las vicisitudes hacen que hoy en día esté en liquidación y tenemos que buscar una solución a corto y medio plazo para las carreras y yo quiero saludar aquí al nuevo Jockey Club que espero que cumpla esa función y que cumpla con rigor".
Se da la circunstancia de que sólo un mes antes, a comienzos de julio, el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, reunió a todo el sector para dejar claro que el regulador era la SFCCE y que no había problema alguno para que los hipódromos dieran carreras bajo la regulación de quien lo venía haciendo durante años.
Pues bien, una semana después de la reunión en la que el ministro despedía al SFCCE y daba la bienvenida al JCE, el ministro enviaba al secretario de Estado Cardenal a Francia (18 de agosto) para presentar el Jockey Club Español a las autoridades del deporte francés y al regulador de las carreras de caballos francesa, France Galop. Conociendo éstas la actividad de SFCCE como regulador, France Galop iba a necesitar garantías suficientes para aceptar otro regulador distinto. Cardenal llevaba bajo el brazo los estatutos del JCE "aprobados por el Ministerio del Interior", como reconoció en una carta firmada en septiembre el propio regulador francés.
Además, presentó como aval un convenio firmado la víspera de la reunión en Francia, el 17 de agosto, entre el JCE y la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD) con el sello del Ministerio de Educación en el que se establecía una colaboración con para realizar controles antidopajes a los jockeys. Un convenio que durante la presente competición aun no se ha llevado a efecto.
Así, con dos documentos sellados por dos Ministerios españoles, France Galop se dio por satisfecha y otorgó el placet al JCE, que ya no tenía impedimento alguno para comenzar a regular. Aquel día se fijó el 20 de septiembre como fecha de comienzo de las carreras en el Hipódromo de la Zarzuela.
En esta maniobra llama también la atención que el Ministerio del Interior aprobase los estatutos del Jockey Club Español un mes después de denegar su visto bueno a otro regulador privado Jockey Club de España -creado desde la SFCCE como intento de sortear las trabas que estaba encontrando por parte del Hipódromo de la Zarzuela y de Loterías y Apuestas del Estado para dar carreras-.
Así, en cuestión de unas semanas tras la llegada del Ministro, se daba por amortizado al SFCCE y se dejaba el turf en manos del Jockey Club Español.
¿Quién está detrás del JCE?
La Junta Directiva del Jockey Club Español está formada por:
- Presidente: José Hormaeche Muguruza
- Vicepresidente 1º: Antonio García Ferrer
- Vicepresidente 2º: Jesús Fernández Mur
- Secretario: Enrique Calamita González
- Tesorero: Luis Antonio Álvarez Cervera
- Vocal: Fernando María Martín Barrios
- Vocal: José Luis Martínez Tejera
- Vocal: Bonifacio Javier Recio González
Curiosamente, José Hormaeche Muguruza, Antonio García Ferrer y Jesús Fernández Mur, presidente y dos vicepresidentes del JCE, nuevo regulador del turf, han mantenido una buena relación con el ministro Íñigo Méndez de Vigo.
Según ha podido contrastar Libertad Digital, José Hormaeche, García Ferrer y Méndez de Vigo tienen al mismo preparador para sus caballos, Guillermo Arizcorreta. Y todos comparten patio en el Hipódromo de La Zarzuela, donde se ven los días de carrera.
Además, Libertad Digital ha tenido acceso a un contrato de 2009 por el que se constituía una sociedad de bienes alrededor de un caballo, 'Palatino', en el que aparecen como socios, Méndez de Vigo y José Hormaeche.
Además, distintas fuentes del sector señalan que Hormaeche, García Ferrer y Fernández Mur mantienen una estrecha relación con el ministro. Tanto es así que, según estas fuentes, Hormaeche saca a relucir su buena relación con el Ministro Méndez de Vigo cada vez que tiene ocasión.
Las mismas fuentes apuntan a que fue precisamente Hormaeche quien pidió al Ministro que sacara de la regulación del turf a la SFCCE, extremo que niega Hormaeche y que no ha podido ser contrastado.
Desde Libertad Digital nos hemos puesto en contacto con el JCE y con el Ministerio de Educación Cultura y Deporte a fin de preguntar a los responsables de ambos organismos sobre esta información. En concreto, sobre la relación que une a Méndez de Vigo con los responsables del Jockey Club Español, sobre la reunión de Cardenal en Francia y, en definitiva, sobre la puesta en marcha de la competición. Hasta la fecha, ni el Jockey Club ni el ministro Méndez de Vigo han contestado a nuestras preguntas.