El candidato de Podemos se hizo el escandalizado el pasado lunes en La Sexta tras el cara a cara protagonizado por Pedro Sánchez y Mariano Rajoy por el tono empleado por el dirigente socialista. Dijo que se habían producido muchas "brusquedades" y "peleas en el fango", y criticó las declaraciones de Sánchez en las que dijo que Rajoy "no es una persona decente".
Tan solo dos días antes del debate entre el presidente del Gobierno y candidato del PP y el secretario general del PSOE, Pablo Iglesias participó en Badalona en un mitin junto a la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau. Allí, el líder de la formación morada llamó "ladrones sinvergüenzas" a populares y socialistas y Colau los tachó de "criminales".
Preguntado por esto en una entrevista en La Voz de Galicia, Iglesias se va por las ramas: "siempre hemos llamado a las cosas por su nombre, pero hemos sido tremendamente educados en la forma. La intervención de Ada Colau en el Congreso [de los Diputados] marcó un antes y un después en la historia de nuestro país. Llamó a las cosas por su nombre y de la misma forma que demostró ternura hacia los más vulnerables, demostró firmeza hacia los déspotas poderosos. Y eso se puede hacer sin perder las formas, sin interrupciones, sin gritos y sin nervios. Eso es para nosotros una divisa".
El periodista le recuerda que no es eso lo que le estaba preguntado - "Ada Colau lo dijo en un mitin hace cuatro días con usted al lado y en un tono crispado"-. "Eso es un juicio de valor. A mí el tono me pareció dulce y amable, como es siempre el tono de Ada Colau". El redactor insiste: "Criminal y amable no parecen palabras compatibles". Y Pablo sentencia: "Al que comete un crimen hay que llamarle criminal; al que miente, mentiroso. Y al que se corrompe, corrupto. Es lo adecuado".