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Rufián y Homs hacen el ridículo en el debate catalán

Los cabeza de lista separatistas, Homs y Rufián, naufragan en el encuentro a siete organizado por 8TV, la televisión del conde de Godó.

Los cabeza de lista separatistas, Homs y Rufián, naufragan en el encuentro a siete organizado por 8TV, la televisión del conde de Godó.
Los candidatos catalanes | EFE

Primera nota del debate de los candidatos catalanes. Pilar Rahola comienza el turno de preguntas. Modera Josep Cuní, y esperan su turno de intervención el conductor de las mañanas de la radio de Godó, Jordi Basté, y el director de La Vanguardia, Màrius Carol. El póquer de estrellas del conde de Godó. Delante de ellos, los candidatos Jorge Fernández Díaz (PP), Carme Chacón (PSC), Josep Duran Lleida (Unió), Francesc Homs, (Democràcia i Llibertat, la vieja Convergencia), Gabriel Rufián (ERC) y los emergentes, Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos, y Xavier Domènech (En Comú Podem, la marca podemita en Cataluña).

¿Cómo hemos llegado al bloqueo del proceso?, pregunta la columnista, tertuliana y miembro del Consejo de la Transición Nacional de Cataluña, el ente que ha organizado la desconexión. Se abre el programa y Fernández Díaz y Girauta controlan el debate. El primero, con la acusación de que el separatismo ha dividido a la sociedad catalana. El candidato de Ciudadanos hace pedagogía de la Constitución ante un Rufián que repite su consigna de campaña: "La Constitución española es fascista". Ni siquiera el candidato de Podemos, Xavier Doménech, acepta el patético "argumento" del representante de ERC, que fue desarbolado por Girauta, Duran, el dicho Domènech y Fernández Díaz. Ante la falta de recursos dialécticos, Rufián quedó en evidencia, fuera del registro de la mayoría de los debatientes, muy por debajo del nivel retórico y dialéctico, en un segundo plano que le convierte en el gran derrotado del encuentro. La apuesta de ERC no aguantó ni diez minutos.

La primera parte giró en torno a la Carta Magna, un asunto en el que Rufián hizo el ridículo sin paliativos, hasta el punto de que los demás participantes coincidieron en recordarle que Jordi Solé Tura o Miquel Roca no podían ser calificados de "fascistas". Ante el sesgo nacional del debate, Francesc Homs trató de hacerse notar acusando al Gobierno de perseguir a CDC, una arremetida que fue replicada por Fernández Díaz con la matización de que quien está detrás del tres por ciento son los jueces y fiscales. Homs, exportavoz de Mas en el gobierno regional, intentó arrimar el debate a su ascua y a la de Rufián, pero ambos fueron replicados por el resto de los contendientes. Homs por su frivolidad e insinuaciones que justificaba como "sentido del humor". Declaró que a Ciudadanos no le interesaba hablar de Cataluña. Girauta le cortó de inmediato. "Yo soy tan catalán como usted", le dijo, a lo que Homs reía y decía "claro, claro, por supuesto". Sólo Rufián estuvo peor que Homs y que Carme Chacón, fundida ante el manejo de las artes tertulianas de los representantes de Ciudadanos, PP, Duran y Podemos.

C's: reforma "federal" de la Constitución

En la segunda parte del debate, Girauta prometió una reforma de la Constitución en profundidad. Habló de derechos fundamentales en la política social y económica con el añadido de unos presupuestos adecuados. También de la transparencia y de una reforma "federal" ("el nombre es lo de menos", apuntó) de la Constitución en la que queden bien claras las competencias del Estado y de las comunidades. Los cabezas de lista peroraban sobre un fondo compuesto por una fotografía plagada de esteladas. Chacón quiso ser dura con la corrupción y azotar tanto al PP como a CDC. Desactivó a Homs, que tuvo que hacer una defensa conjunta de Pujol y su familia como de la honorabilidad de su partido. Fernández Díaz prefirió recordarle a Chacón su espantada a Miami tras las pasadas generales y que durante el tiempo que ha estado fuera se han reformado y elaborado leyes en materia de transparencia y corrupción.

Homs, interpelado por el representante de Podemos, afirmó que "Convergencia no tiene un problema de corrupción" mientras Rufián seguía perdido, aferrado a los eslóganes de su partido y pasando del catalán al castellano para camuflar sus problemas de expresión en ambos idiomas. Homs quedó como único representante del independentismo. Duran encarnaba el papel de la vieja CiU. Chacón no lograba sumergirse en el debate. Fernández Díaz salía con soltura de las acusaciones y Girauta mostraba sus tablas y daba un aire de seriedad al acto electoral de la televisión del conde de Godó.

Jorge Fernández Díaz se fajó con Carme Chacón. Homs intentó arremeter contra todos. Duran defendió el legado de CiU. Doménech, el podemita, se mostró cómodo en el cruce de reproches mientras que Girauta intentó espantar el remoquete de partido anticatalán que pende de Ciudadanos.

El debate fue desordenado. Cuní dejó hablar y que los candidatos se interrumpieran, un "arbitraje" del que salieron ganando Ciudadanos y Podemos. Fernández Díaz se impuso a Chacón y Convergencia, ERC y Unió mostraron su desconexión de la realidad más que de España. Guante blanco y discursos de manual.

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