El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero reformó en 2011 con el apoyo de PP y CIU la Ley Electoral, instaurando el llamado "voto rogado". Este sistema obliga a los españoles residentes en el extranjero a realizar una serie de trámites previos para poder votar, que según denuncian los propios afectados, han convertido al "voto rogado" en un “voto robado”.
Cada elector debe inscribirse en el Registro de Matrícula Consular y solicitar la documentación a la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral. Eso sí, no más tarde del vigésimo quinto día posterior a la convocatoria de elecciones. El votante deberá entregar la solicitud personalmente en el consulado y sólo tendrá validez para un proceso electoral o para varios si se celebran en la misma fecha.
Posteriormente, la Delegación Provincial del Censo Electoral envía por correo el Certificado de inscripción en el censo, las papeletas de votación, el sobre, la dirección de la mesa electoral y una hoja informativa. Finalmente, el elector deberá enviar su voto por correo certificado a la mesa electoral correspondiente antes del tercer día previo a las elecciones.
Un auténtico laberinto burocrático lleno de papeleos y siempre limitado a los plazos establecidos y al lugar de residencia de cada español en el extranjero. El resultado es que sólo 142.619 españoles expatriados han pedido votar en las generales del 20 de diciembre, es decir, el 7,5% de los 1.875.272 electores que residen en el extranjero, según los datos de la Oficina del Censo Electoral.
La Junta Electoral Central ha reconocido hace unos días que existen "dificultades"para el ejercicio del derecho de voto desde el extranjero.
Al Gobierno de Rajoy le "conviene el voto rogado"
El PP anunció que durante esta legislatura pondría fin a las trabas del "voto rogado", sin embargo durante estos 4 años se ha limitado a dar largas en el Congreso de los Diputados a reformar la Ley electoral.
Entre los españoles residentes en el extranjero impera una teoría: "No les conviene facilitarnos el voto. Muchos somos jóvenes que tuvimos que dejar España para trabajar y queremos que esta situación cambie", afirma para Libertad Digital una española afectada que reside en Francia desde hace 4 años.
"Estamos desesperados y ya nos hacemos a la idea de que no podremos votar en las elecciones generales del 20-D. Yo pedí la documentación a tiempo y no me ha llegado", añade.
Del total 142.619 solicitudes aceptadas de voto por correo de electores residentes en el extranjero, la mayoría proceden de países como Francia (24.301), Argentina (16.563), Alemania (16.105), Reino Unido (12.907), Suiza (10.381) y EE.UU. (10.116).