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El mal funcionamiento de un lanzamisiles impidió a ETA el asesinato de Aznar

La Fiscalía considera probada su acusación tras el juicio a etarras que habrían fracasado en tres intentos de derribar el avión del expresidente.

José María Aznar | David Mudarra

Conformaron un aparato operativo dependiente de ETA para matar a José María Aznar en 2001. La Fiscalía considera probados los planes de cuatro presuntos miembros de la banda terrorista. En el informe de acusación, detecta tres intentos de asesinato al expresidente del Gobierno empleando un lanzamisiles que ellos mismos transportaron al País Vasco desde Francia. Los cuatro procesados se han desmarcado del plan en sus testimonios, únicamente han respondido a sus abogados y solo el presunto cabecilla, Luis Ignacio Iruretagoyena, ha reconocido su pertenencia a la organización terrorista.

El Ministerio Fiscal pide para él 72 años de cárcel y uno menos para los otros tres integrantes del grupo. Los acusa por delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas y tres asesinatos en grado de tentativa. El diario Gara publicó en 2009 una entrevista a dos miembros de ETA, identificados como ‘Argi’ y ‘Gaubeko’ en la que sostienen que "los misiles para derribar aviones fueron activados en tres intentos de atentado contra José María Aznar, cuando era presidente del Estado español".

Alta capacidad letal

Luis Ignacio Iruretagoyena, Pedro María Olano, Gregorio Jiménez y Juan María Múgica habrían actuado como transportistas. El primero se encargaba de los contactos con ETA y de concertar los lugares de recogida y entrega de material. Observa el fiscal que, con ocasión de las elecciones autonómicas de 2001 en el País Vasco, la organización terrorista planeó el asesinato de Aznar. Impactarían para ello con misiles el avión que lo trasladaba para los actos de campaña.

La cúpula etarra ordenó a los acusados que viajaran a Francia para recoger el material armamentístico. En base al informe, los cuatro se desplazaron siguiendo órdenes hasta un pueblo cerca de Guethary, localidad de la costa atlántica cercana a la frontera con España. Una persona no identificada realizó la entrega y, de regreso a España, ocultaron el lanzamisiles en un inmueble abandonado de Lizarta (Guipuzcoa) del que Pedro María Olano tenía las llaves.

Una operación policial desplegada el 3 de octubre de 2014 permitió el hallazgo en Francia de varios escondites logísticos de ETA. Además de la detención de dos miembros de la cúpula, Mikel Antza y María Soledad ‘Anboto’, se incautaron de dos misiles tierra aire del sistema antiaéreo soviético. Expertos en explosivos han constatado ante el juez la alta capacidad letal del artefacto entre 500 y 1000 metros de altura. Según su versión, en caso de haber acertado a la nave las posibilidades de supervivencia serían prácticamente nulas, aunque se aprecian rastros de manipulación por personal no cualificado.

Tres intentos de asesinato

El Ministerio Fiscal da por buena la declaración de Pedro María Olano en el momento de su detención. Detalló entonces ante la Guardia Civil el plan de la banda terrorista, pese a que este miércoles haya denunciado que lo hizo bajo torturas físicas y psicológicas: "Me gritaban, me pegaban en la cabeza y me obligaban a hacer reflexiones hasta que caía al suelo". La Audiencia Nacional ya condenó a este supuesto etarra por un delito de amenazas terroristas contra la alcaldesa de Lizarta, precisamente el lugar donde habrían escondido el lanzamisiles.

Los indicios apuntan concretamente a tres fechas para la comisión de los atentados. La primera tentativa se habría producido el 29 de abril de 2001 con ocasión del arranque de campaña que José María Aznar lideró en el Palacio de Euskalduna de Bilbao. Narra la acusación que los cuatro miembros del operativo transportaron el artefacto hasta un paraje montañoso de Hernani (Guipúzcoa). Otro grupo armado dispararía desde allí el lanzamisiles, acción que finalmente no se produjo.

Este episodio se repitió el 4 de mayo del mismo año con motivo de la participación del expresidente en un acto electoral en San Sebastián. También el 11 de mayo, prevista la asistencia del entonces secretario general del Partido Popular al polideportivo Sansomendi de Vitoria (Álava). Tras los dos primeros tanteos, los acusados habrían devuelto el material a la finca de Lizarta y, consumado el fracaso en el último, habrían cambiado su ubicación a un garaje propiedad de Luis Ignacio Iruretagoyena.

Culpabilidad constatada

La Fiscalía ha concluido culpabilidad en su informe definitivo. Solicita una sentencia condenatoria de 72 años de cárcel para el jefe del aparato y 71 para el resto de integrantes. Refiere como pruebas el testimonio de agentes de Policía, el material incautado, que incluía manuales de uso del lanzamisiles, y notas firmadas por los miembros de las que, por ejemplo, se extrae que los atentados se frustraron por el mal funcionamiento del arma.

Las defensas han denunciado en contra las torturas presuntamente sufridas por Olano y han defendido que los investigadores se inventaron la causa a partir del hallazgo de los misiles y la entrevista publicada por el diario Gara.

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