Albert Rivera está satisfecho del debate a cuatro, aunque evite expresamente proclamarse vencedor del mismo. El candidato centrista ya puede emplearse al 100% en la campaña, que esta semana le va a llevar a varias capitales andaluzas, donde su acuerdo con el PSOE a nivel autonómico ya le ha provocado los primeros problemas. En la Plaza de España de Cádiz, tras pronunciar un mitin ante unas trescientas personas, Rivera ha mostrado ante los medios su satisfacción y su convencimiento de que un "formato tan abierto" como el que pusieron en práctica por primera vez en España los periodistas Ana Pastor y Vicente Vallés favorece a los nuevos partidos. "Las preguntas y las interpelaciones nos favorecen a los que no vamos con los cronómetros y los corsés, como ha hecho la vieja política" ha dicho Rivera, para quien "la vieja izquierda y la vieja derecha salieron muy tocados" de un debate que vieron más de nueve millones de españoles. Un dato de audiencia que el líder naranja ha valorado como la prueba de que "los españoles están despertando, la gente quiere saber y escuchar debatir. Es una pena que el presidente se borrara, que estuviera en Doñana en vez de participar en un debate histórico".
En privado, los más próximos a Rivera se muestran igual de satisfechos, tras las dudas que dejó el enfrentamiento con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en El País. El tono propositivo, con el que quieren que les identifiquen los españoles, se combinó esta vez con réplicas preparadas e, incluso, ilustradas con gráficos económicos o portadas de periódico, como la de El Mundo sobre el caso Bárcenas. La cúpula de Ciudadanos coincide en que el líder del PSOE fue el que peor parado salió del debate, consideran que Iglesias hizo un buen papel pero "centrado en su electorado" y aunque reconocen solvencia en Soraya Sáenz de Santamaría estiman que no fue una actuación "tan sobresaliente como se esperaba". Superada la prueba del debate con un alto grado de satisfacción, la campaña de los centristas se vislumbra a partir de ahora, consumido un tercio de la misma, conservadora, como se deduce de las palabras de un alto dirigente: "Lo importante ahora es no cometer errores".
Quizá por ello Rivera sigue lejos de la gente - ha habido que esperar al quinto día de campaña para ver su primer paseo callejero, el que ha tenido lugar este martes en Cádiz- y de los periodistas que cubren la caravana, con los que únicamente compartirá el trayecto entre Toledo y Madrid el próximo jueves. Menos de una hora en autobús, el trayecto más corto de la campaña, inferior en tiempo a una de las habituales ruedas de prensa.