Sin tiempo prácticamente para descansar después de debate de Atresmedia, Albert Rivera ha cogido a primera hora un avión en el Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid para iniciar su ruta por Andalucía, que ha tenido su primera parada este martes en Cádiz. En la Plaza de las Flores le esperaba el líder centrista andaluz, Juan Marín, y un puñado de simpatizantes con los que ha dado el primer paseo de la campaña (cuando se ha cumplido un tercio de la misma) hasta la Plaza de España, donde ante unas trescientas personas ha dado un breve mitin en el que ha recordado con ironía y entre aplausos lo dicho en el debate sobre Pablo Iglesias acerca de Andalucía: "Ayer se enteraron ustedes que los andaluces querían un referéndum por la independencia".
Por primera vez Rivera ha protagonizado escenas canónicas de campaña, como cuando le ha comprado unos décimos a un vendedor de la ONCE que se le ha acercado haciendo gala del gracejo autóctono. "A uno del PP en Castellón le tocaba siempre, tenía mucha suerte" le ha dicho entre risas el candidato centrista, en una alusión inequívoca a Carlos Fabra, el expresidente de la Diputación de Castellón, actualmente en la cárcel.
El primer paseo de campaña de la comitiva naranja ha quedado deslucido por las protestas de extrabajadores de Delphi, que en varios momentos le han interrumpido con pancartas en las que se podía leer "Solución para Delphi". Al inicio del recorrido Rivera se ha mostrado dialogante y les ha dicho que "llevan treinta años engañándoles" aunque en el segundo encontronazo la tensión ha subido, hasta el punto de que el candidato centrista le ha pedido con firmeza a uno de los manifestantes que le dejase. Varios de ellos llamaban "sinvergüenza" a Marin y le vaticinaban: "Terminarás como IU" el anterior socio de Susana Díaz, que a diferencia de Ciudadanos extendió su apoyo más allá de la investidura y ocupó la vicepresidencia de la Junta.
Al terminar el mitin, y preguntado por la prensa, Rivera demostraba conocer a fondo el conflicto por las promesas de jubilación que la administración del PSOE ha venido realizando a los antiguos empleados de la empresa, aunque recordaba que su partido sólo lleva unos meses en el parlamento, donde cuenta únicamente con nueve escaños. Después, y sin hacer alarde de ello, Juan Marín ha acudido a reunirse con quienes se manifestaban, un encuentro que no estaba previsto en su agenda. Fuentes del grupo parlamentario naranja atribuyen lo ocurrido a una actuación ventajista de Podemos, al que acusan de haber introducido una enmienda electoralista en los presupuestos sobre las indemnizaciones de los trabajadores, para las que ni siquiera, dicen, hay un censo claro. Recuerdan además que en otro conflicto laboral, el de Alpe, Ciudadanos ha votado a favor de que se liquiden las indemnizaciones contempladas en una sentencia judicial.