"El debate a cuatro muestra la pujanza de los emergentes", dice El Mundo. Y yo que pensaba que los emergentes ya estaban bastante pujantes antes del debate. Si es que siempre me adelanto. El editorial dice que "no hubo vencedor claro", que "Soraya salió airosa", que Rivera "salió fortalecido", Pablo Iglesias "demostró sus cualidades oratorias y estuvo muy tranquilo, manejando con lucidez sus argumentos" y "el más flojo fue Pedro Sánchez". Este pobre no levanta cabeza. "Resulta difícil calibrar si las dos horas de discusión han podido servir a los votantes indecisos a decantarse por alguno de los cuatro. Ninguno de ellos estuvo especialmente brillante pero tampoco ninguno de ellos cometió un error grave". Pues hala, a volver a desfilar. Federico Jiménez Losantos también se había percatado antes del debate de que "el paso del bipartidismo al tetrapartidismo es un hecho. Hay que ver quién de los grandes se ahoga primero".
Lucía Méndez destaca la innecesaria incomodidad a la que sometió Atresmedia a los participantes. "No debe ser fácil hablar como suspendido en el aire, sin atril, sin mesa". Mientras, "los presentadores preguntaban cómodamente detrás de su atril". La próxima vez que les hagan hablar sobre un potro de tortura, a ver si dan más espectáculo.
Casimiro García-Abadillo destroza la campaña del PP y sus terminales mediáticas, como dirían en El País, contra Rivera. "No veo a Rivera pactando con el PSOE y con Pablo Iglesias con tal de echar a Rajoy (...) Lo más probable es que nos encaminemos a un gobierno popular presidido por Rajoy, con apoyos puntuales de Ciudadanos". A ver si se tranquilizan algunos.
El País abre su portada con Venezuela. "La oposición promete gestionar con cautela el fin del chavismo". Sobre el debate titula que "los candidatos debaten planes y Santamaría defiende la gestión". Pedazo de titular. Rubén Amón dice que Rajoy "hubiera quedado mayorzón" al lado de los tres combatientes. Y que "no estaría uno muy tranquilo en la piel de Rajoy. No por dudar de las prestaciones de Soraya, expuestas con método, aplomo y hasta demagogia lacrimógena, sino precisamente por lo contrario. Tanto la vicepresidenta aprovechó la sustitución en el desafío del primer time, tanto podría postularse a la plaza de la titularidad, especialmente si Rajoy representa un obstáculo a esos pactos poselectorales que anoche ni se esbozaron". Al final va a tener razón Pablo Iglesias con su operación Menina.
ABC también prefiere Venezuela para su portada. "La oposición derrota al chavismo y planea desmontar el régimen". Sobre el debate obedece sin rechistar la órdenes del PP de disparar contra Rivera y le otorga todo el protagonismo en su titular. "Rivera advierte de que si el PP no puede formar Gobierno 'habrá alternativas'". ¡Qué miedo! David Gistau llama a esta práctica de su periódico "chusmear". "Hay en marcha varias campañas simultáneas de difamación y por ello ésta es una época especialmente difícil para el periodista que debe diagnosticar la veracidad de una noticia antes de soltarla. Para el periodista honesto, digo, no para el instrumental: ése es cómplice de la difamación", dice a modo de tortazo a Marhuenda y a algunos de sus compañeros en ABC. "Estas campañas de difamación en curso pretenden horadar la imagen de algunos candidatos adjudicándoles intenciones que no tienen". En concreto, la que está en curso contra Rivera se debe a que "el PP está atemorizado por la invasión de su propio hábitat por parte de Ciudadanos". Edurne Uriarte, a su lado, se entrega en cuerpo y alma al arte de "chusmear". "Poniendo a Rivera de vigilante, a Rajoy le quieren corregir tanto por la derecha que puede que al final gobierne la izquierda". "Habrá que ver la expresión de los de derechas que apoyan a un partido moderado como Ciudadanos" para que luego "no gobierne la derecha". "Tal como están las intenciones de los líderes en estos momentos es perfectamente posible". Pues no será porque no están dando la matraca algunos para ahuyentar el voto a C's. Además están de suerte. Resulta que Rajoy se presenta a las elecciones y se le puede votar directamente a él, así de fácil.
La Razón hace del "chusmeo" su línea editorial. "Santamaría exhibe economía frente al ataque del 'tripartito' por la corrupción". El editorial dice que fue "un debate decisivo para las elecciones del 20-D". ¿De qué me suena eso del debate decisivo? Ah sí, de habérselo escuchado hasta el dolor de cabeza a Ana Pastor y García Ferreras en esa cadena hermana del periódico de Marhuenda que lleva machacando a Rajoy durante cuatro años con Wyoming a la cabeza. Lo mismo ha tenido algo que ver en las dificultades que parece que va a tener el PP para gobernar. Hoy dejan en paz a Rivera para ensalzar a Soraya. "El debate que ganó la experiencia", "la solvencia de Soraya", y así. Especialmente interesante es el artículo de Abel Hernández avalando la operación Menina. "No parece una hipótesis completamente descabellada. Si Mariano Rajoy tuviera que echarse a un lado para que su partido siguiera gobernando con el apoyo de Ciudadanos, lo haría. Y en ese caso, la menina Soraya Sáenz de Santamaría bien podría ser la sucesora". Esto te pasa Rajoy por largarte a Doñana y dejar abandonado tu cuartel general, que hasta los más afines se cambian de chaqueta.
También La Vanguardia ve a Soraya de presidenta. "Es tan lista como los más nuevos, hasta el punto de que se puede dar por seguro que será ella quien disputará a Rivera la primacía del centrodrecha tal vez antes de lo imaginado", dice Antoni Puigverd. "La vicepresidenta no es intrigante, pero aspiraciones tiene. A Rajoy le gustó contemplar desde Doñana cómo se fajaba su segunda en el debate más esperado", opina el director Marius Carol. Ya veremos si le gusta tanto cuando vuelva y vea que le ha birlado la merienda.