En Zaragoza, y a pocas horas de asistir por primera vez al aniversario de la Constitución que se celebra en el Congreso de los Diputados en Madrid, Albert Rivera ha tenido un recuerdo para Venezuela, al que ha definido como "un país hermano" en la víspera de las elecciones que se celebran al otro lado del Atlántico. El candidato centrista ha asegurado que "los españoles de bien, los que no nos ponemos de canto, esperamos que los demócratas puedan ganar las elecciones en Venezuela". Sin mencionar a Nicolás Maduro, al que el viernes en Palma de Mallorca el líder balear de la formación naranja, Xavier Pericay, llamaba "matón y dictador", Rivera ha recordado que en Venezuela "hay personas encarceladas por sus ideas políticas". El pasado miércoles, el presidente de Ciudadanos se reunió en Madrid con Leopoldo López, el padre del disidente encarcelado por el régimen chavista.
Operación "salvar al soldado Sánchez"
Rivera, que ha llegado a Zaragoza procedente de Tarragona, ha ensayado un discurso de defensa de la España rural en una de las regiones con mayor despoblación. En esa materia Ciudadanos está recibiendo ataques, principalmente del PP, por su propuesta de fusión municipios para, con un criterio de economías de escala, racionalizar la prestación de servicios. En la capital aragonesa, el líder centrista ha lamentado que "en una tierra tan llena de oportunidades nadie haya pensado en cómo parar la despoblación" y ha aludido veladamente a los populares hablando de "esos que se llenan la boca con el mundo rural y quieren descomponerlo subiendo el IBI y recortando sus servicios". Rivera, que ha pedido "pinchar la burbuja política" ha advertido: "Aquellos que tienen un cargo un en un consejo de comarcas tienen que tener miedo, porque los vamos a cerrar".
Entre risas cómplices del público, Rivera ha vuelto a poner en práctica, como hiciese horas antes en Tarragona, la que va camino de convertirse en unos de los latiguillos de la campaña, la operación que a su juicio existe, y en la que participan PP y PSOE, para "salvar al soldado Sánchez" un líder amenazado electoralmente por Ciudadanos, que le podría arrebatar la segunda plaza el 20-D, y al que Mariano Rajoy estaría intentando rescatar ya que, asegura, Ciudadanos no da esperanza sino miedo a los votantes del PP.