Si Ciudadanos en Andalucía hubiera elegido oponerse al régimen propiciado por el PSOE desde 1979, el PP andaluz habría descendido más abajo de los infiernos de Alianza Popular. Es precisamente la presencia de un Ciudadano como Juan Marín - un "marín pescador" que lanzó su anzuelo político en Alianza Popular en 1983; en el Partido Andalucista cuando mandaba Pedro Pacheco; en el Partido Popular, que le dio un puestecito en Sanlúcar para impedir su candidatura andalucista y, finalmente, en los fangos del PSOE, donde se encuentra bien a gusto -, lo que está haciendo que el PP no se haya dado un batacazo final, porque final tendría que serlo para álguienes.
En 2011, el PP andaluz cosechaba para Mariano Rajoy casi dos millones de votos en las elecciones generales -1.982.091, para ser precisos- y desde entonces sufre un calvario. 33 escaños del Congreso fueron el regalo del entonces líder andaluz Javier Arenas a su jefe de filas. Meses después, en las elecciones andaluzas de 2012, el PP andaluz, que albergaba esperanzas de gobernar por vez primera en la historia de Andalucía, sólo logró 1.567.207 votos, 400.000 votos menos en poco más de cuatro meses, fracasando así en su intento de llegar al Palacio de San Telmo.
La caída de su presidente desde hacía 20 años -con la intermitencia pactada con Teófila Martínez- y la mala gestión de la sucesión condujo al PP a una crisis interna que está por ver si ha sido superada. Lo que está claro es que los votantes andaluces del PP, que han llegado a ser dos millones, ya no están por la labor de sostenerlo en la primera fila de la eterna oposición y están cambiando su voto. Desde entonces, el PP andaluz ha ido de mal en peor. En las elecciones europeas de 2014, perdió más de 300.000 votos respecto a las de 2009. En las elecciones andaluzas de 2015, el PP se dejó en el camino 500.000 votos de los que obtuvo en 2012. En las elecciones municipales de 2015, el PP, que ganó en 2011, perdió ante el PSOE y liquidó 350.000 votos.
Ahora, las predicciones del CIS de ayer anuncian que el PP andaluz pasará de aportar 33 escaños a Mariano Rajoy a arrimarle sólo 19, 14 menos. Nueva hemorragia de escaños y de votos. La coincidencia es que Ciudadanos, que no existía en Andalucía, logrará 13 según la encuesta oficial.
El PP andaluz, hasta ahora, constaba en la Historia de la Ciencia Política como el partido que no logró nunca ser otra cosa que oposición, primer partido de la oposición, eso sí. El problema es que lleva camino de no ser siquiera eso. Si no está "más peor", es porque, afortunadamente para sus dirigentes, Juan Marín está permitiendo su supervivencia. Convertido en sostén y desatascador del régimen socialista, hace involuntariamente que el corazón del PP andaluz siga latiendo. Pero imaginen qué habría ocurrido si, por ejemplo, una tal Inés Arrimada, que además es de Jerez, hubiera abanderado una lucha seria y coherente contra los abusos y corruptelas de un PSOE que se hunde en todas partes menos en Andalucía, gracias a la decisión de Albert Rivera y su manijero Juan Marín.
Que el PP andaluz, como todo el PP que va a perder alrededor de 50 diputados si las encuestas aciertan, tiene que afrontar una catarsis después del día 20-D, es evidente para todo el mundo salvo para el PP. Pues tiene que darse prisa porque el precipicio está cada vez más cerca.