La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, hizo un examen sorpresa a los trabajadores de la Oficina de Turismo, ubicada en La Casa de la Panadería de la Plaza Mayor, según informa Okdiario.
Carmena preguntó dónde se puede hacer nudismo en una piscina de la capital en pleno otoño o dónde se puede comprar encaje de bolillos. Ante la sorpresa generalizada, la regidora animó a los trabajadores a dejar de vender "tópicos" y a "hacer más".
Ante la pregunta de las piscinas, los trabajadores trataron "de explicarle que el plan de las piscinas cambia cada año y que en el mes de noviembre no sabemos dónde se puede hacer nudismo en una ciudad como Madrid".
Además, Carmena también quiso ser profesora de idiomas e improvisó un examen de inglés y francés para valorar el nivel del equipo. Cuando todo el mundo pensaba que lo peor había pasado, se giró de repente y dijo: "No entiendo por qué no hay flores en esta oficina".
Finalmente, la alcaldesa preguntó por qué no había niños en las oficinas. Los trabajadores respondieron atónitos: "Son las tres de la tarde, los niños están en el colegio".