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Lassalle: "Afortunadamente, el aznarismo como discurso político no existe"

El secretario de Estado de Cultura define a Rivera como "cesarismo bonapartista posmoderno". También opina de Rajoy y Aznar.

José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura. | Archivo/EFE

El secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, concede este sábado una entrevista en El Mundo en la que opina del complejo escenario electoral de cara al 20D, de los nuevos líderes políticos y defiende, con peculiares argumentos, la gestión de Rajoy y su perfil político.

Sobre Albert Rivera, señala que encarna "un cesarismo bonapartista" y que es un "producto perfecto de la mercadotecnia política de una sociedad posmoderna". De Iglesias, dice que encarna "una izquierda asamblearia de inspiración populista latinoamericana".

Dice Lassalle sobre su partido que ha sido "empático" en el sentido de "garantizar que la paz social no se rompiera". Y añade que no cree que sean "impopulares entre los pensionistas". Tras reiterar, como el presidente, cómo su gobierno salvó a España de la catástrofe, sí admitió que "Gobierno y partido no hemos sido capaces de organizarnos de forma armónica para trasladar ese mensaje".

Sobre Rajoy, apunta que "es un hombre de afectos que proviene de las clases medias" y señala que "será recordado como el presidente conservador más naturalmente británico". "Se dice que es un hombre de casino de Pontevedra, pero es interesante. Sabe escuchar", dice Lassalle, para quien Rajoy "no proyecta plasticidad emocional" por su origen. Los del norte, apunta, tienden "a la contención".

Remata su elogio del presidente apuntando que "tiene la épica de las clases medias". Posee, dice, "la templanza serena para encajar la mediocridad de lo cotidiano, la épica de la grisura en la que se mueve la mayoría".

Con el ex presidente Aznar no es tan elogioso. Dice que "la épica de Aznar no consiguió resolver adecuadamente los problemas que tenía España en ese momento" y añade que el presidente de honor del PP "trató de construir una suerte de gaullismo en la derecha española" que finalmente no cristalizó y en el que "una parte de las derechas españolas no se hubiera reconocido". "Afortunadamente, no existe el aznarismo como discurso político", zanja.

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