El Ayuntamiento de Madrid se plantea sustituir la multa de hasta 600 euros por hacer botellón en la calle por otro tipo de alternativas. El pasado lunes, el concejal de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, en un chat con madrileños -una iniciativa impulsada por el nuevo Gobierno municipal- lo avanzaba en una de sus respuestas. "Tenemos una legislación que acatar, aunque estamos viendo cómo poder sugerir transformaciones importantes. Entre otras, que la devolución o sanción no sea económica sino de algún tipo de trabajo para la comunidad o incluso de un tipo de ocio alternativo".
Es decir, que las personas a las que se las pille bebiendo en la calle, en lugar de una multa, tengan que realizar trabajos sociales (punto éste que se eliminó de la actual normativa), alternativas de ocio como actividades culturales o deportivas o participar en planes de prevención. Habría que "estudiar cada caso" para ver en cuáles se exige el pago de la multa al completo, en cuáles se pediría el pago de la mitad de la sanción y un trabajo alternativo complementario y en cuáles esa multa podría ser perdonada a cambio de realizar alguna alternativa de ocio, explican fuentes del Ayuntamiento.
"La legislación es un tanto inconsistente cuando permite que se beba en el mismo parque en una terraza a 20 metros y no se permita beber lo mismo en el parque de al lado y además se multe", apuntaba Barbero.
Desde el Consistorio señalan que esta propuesta, de momento, se está estudiando; se ha pedido un informe a los servicios jurídicos para ver la viabilidad del proyecto, por tanto no es algo que se vaya a aprobar ya. Y es que, lamentan que el proceso administrativo de las denuncias por consumo de alcohol en la vía pública "es muy farragoso". Los menores no suelen decírselo a sus padres y cuando la notificación llega por escrito a sus casas la mayoría opta por recurrir la multa. "La mitad de las multas ni se cobran", sostienen.
El actual "régimen sancionador", que prevé multas de hasta 600 euros, si se es mayor de edad, y de 500, si se es menor, así como la Ley de Seguridad Ciudadana, aprobada por el Gobierno del PP, que establece sanciones de 100 y 600 euros por consumir alcohol en la calle o lugares públicos "cuando perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana", “no han conseguido los resultados esperados", sostiene el Ayuntamiento de Manuela Carmena.