Agentes de la Policía Nacional han arrestado este lunes en el centro penitenciario de Segovia a un ciudadano marroquí, que se encontraba cumpliendo condena, y que desde la misma cárcel se dedicaba a captar y adoctrinar internos cuya condena estaba a punto de finalizar con la intención de que una vez fuera del centro penitenciario viajasen a países como Siria e Irak para luchar en las filas de Estado Islámico.
El detenido, de 42 años de edad, está cumpliendo condena por delitos relacionados con la violencia de género y está considerado como una persona totalmente radicalizada. Según han explicado desde el Ministerio del Interior, la operación se ha desarrollado dentro del Plan Estratégico Nacional de Lucha Contra la Radicalización Violenta (PEN-LCRV), que contiene un apartado específico para combatir la radicalización islámica en los centros penitenciarios.
Esta detención se ha llevado a cabo en el marco de la operación Khalya en la que fueron detenidas otras dos personas el pasado 26 de octubre por envío de cartas con amenazas. Estos dos arrestos también se produjeron en centros penitenciarios.
Al detenido este lunes también se le acusará de un delito de amenazas, que hacía en nombre de Abu Bakr al-Baghdadi, máximo dirigente de Estado Islámico, aunque no se ha concretado quiénes eran los destinatarios de estas amenazas.