Según informa este viernes El País, el comisario José Villarejo ha evitado dos veces, los días 16 de julio y 3 de septiembre, acudir a sendas ruedas de reconocimiento relacionadas con el caso López Madrid, que investiga el acoso denunciado por la dermatóloga María Elisa Pinto.
El comisario, cuenta el diario de Prisa, está siendo investigado por amenazas, coacciones y lesiones denunciadas por la doctora. El proceso, además, continúa bajo secreto de sumario, decretado por el juzgado de instrucción número 39. Por ese motivo, se desconoce qué alegó el policía para no acudir a los procedimientos.
La doctora, que denunció hace meses a Javier López Madrid por acoso y amenazas, habría reconocido a Villarejo "con toda seguridad y sin ningún género de dudas", como la persona que acompañaba al empresario López Madrid cuando éste acudió a la clínica donde trabaja para amenazarla y como el individuo que le agredió con un arma blanca en presencia de su hijo el pasado 10 de abril de 2014.
Según la dermatóloga, el policía es el autor de las amenazas y agresiones y denuncia haber sido coaccionada repetidamente tanto en persona como por teléfono para que retirara las demandas interpuestas contra López Madrid, directivo del grupo constructor Villar Mir y yerno del empresario.
El País también detalla que la cuchillada a Pinto fue hecha por el "sistema chileno", que consiste en agarrar la navaja por el final de la hoja, de forma que el corte sea mínimo y no cause un verdadero daño, sino solo un susto.
Orden de alejamiento
Tras presentar varias denuncias, la dermatóloga desistió ante la falta de respuesta policial, hasta que el 27 de febrero de 2015, la comisaría de Chamartín tuvo conocimiento de la existencia de una orden de alejamiento dictada por el juzgado de Instrucción número 39 de Madrid el 12 de noviembre de 2014 a favor de Elisa Pinto y contra López Madrid, que estuvo traspapelada durante más de tres meses por razones que no se explican.
Jaime Barrado, tomó entonces declaración a Pinto, que se ratificó en la docena de denuncias anteriores y reconoció fotográficamente al comisario Villarejo como la persona que la apuñaló.
Tras esta declaración, el comisario Barrado dio cuenta a la Jefatura Superior de Policía de Madrid. En este oficio se solicita que se aclare el papel de Villarejo en el asunto. Pero, tan solo un día después, el comisario Barrado recibió la notificación de cese forzoso en la comisaría de Chamartín y su traslado a la de Carabanchel, sin explicación alguna hasta el 16 de junio en que le fue comunicado que le había sido incoado un expediente disciplinario por "hiperactividad policial".