Se fueron como llegaron: sin noticias sobre su futuro político. Mariano Rajoy, consciente del enorme nerviosismo interno por la elaboración de las listas electorales, pidió comprensión a los suyos. "Intentaremos actuar con sensatez y justicia", les transmitió. "Es muy duro", llegó a decir en la Junta Directiva Nacional, reunida de forma extraordinaria para aprobar las coaliciones con UPN, Foro Asturias y el PAR de cara a las generales.
Muchos de los integrantes del órgano, el más importante entre congresos, aún desconocen si tendrán hueco en los puestos de salida. "No sabemos nada", repitieron a las puertas de la sede nacional. Los ministros están más tranquilos, ya que todos los que han querido tienen más o menos el puesto deseado. Pero los diputados asistentes -de la comisión permanente- no disimularon sus temores. "Este es un oficio no deseable y bastante poco reconfortante", les reiteró Rajoy a puerta cerrada, no aclarando cuándo se empezarán a conocer los candidatos. Según las fuentes consultadas, María Dolores de Cospedal se está encargando del grueso de las negociaciones.
En varias ocasiones, Rajoy ha dicho que elegir entre personas es lo más difícil de su cargo. "Intentaremos acertar", insistió, sin ofrecer ningún guiño a unos cargos a la expectativa y buscando "planes b" ante la posibilidad de no arañar un escaño la próxima legislatura. "Estoy a la espera de lo que decida el altísimo", tiró de ironía un parlamentario. "Sin noticias", se escabulló, por ejemplo, Ignacio Cosidó.
En la Junta, nadie tomó la palabra en el turno de réplica. Rajoy reclamó "llegar a la gente además de tocar la guitarra" en los medios de comunicación, y anunció que los dos ejes de la campaña serán la recuperación económica y la unidad de España. Sobre la amenaza de secesión, apostilló que cuando el Gobierno presente su recurso lo hará seguro de qué será admitido a trámite y aprobado por el Tribunal Constitucional. Recomendó una vez más "prudencia". "Las estrategias se ejercen pero no se cuentan", añadió Pablo Casado al término de la reunión en conversación informal con periodistas.
De nuevo, el presidente utilizó buena parte de su intervención para hablar de economía, pero no avanzó posibles medidas del programa electoral, otra de las grandes incógnitas. Antes, Jorge Moragasse estrenaba como director de campaña con un profuso informe en el que desvelaba el eslogan de la precampaña -"España en serio"- y ofrecía argumentario: "Representamos las tres 'E', experiencia, empleo y estabilidad".
Por último, se abordaron por encima los sondeos, incluido el CIS, al que Rajoy da más "credibilidad" que otros estudios. "¿Qué va a pasar? No lo sabemos", reconoció sin cámaras delante. "Hay encuestas para todos los gustos" y "una gran volatilidad", continuó, para reclamar a renglón seguido la movilización del partido. "Es decisivo hasta el último voto", y de ahí que incluso haya alcanzado un acuerdo con la formación de Francisco Álvarez Cascos, con el que rompió hace años todos los puentes.